O ENTROIDO

Huele a primavera de acacia y la mimosa nos anuncia la llegada del Entroido, el Carnaval de Galicia.
Es ancestral fiesta que tiene su origen en Laza, junto al bosque encantado del Invernadoiro; pero se desarrolla como tradición en las villas próximas a la montaña.
El Entroido es rural porque, como los ríos, va de pueblo en pueblo, recuperando la presencia de personajes míticos que, como las meigas, solo aquí existen.
Pero también hay en este país un carnaval social, de baile de salón, de casino o sociedad recreativa…
Y en la modernidad, sobrevino otro Entroido urbano, callejero, de bullicio y música de altavoz; de gran desfile de imitación tutelado por el ayuntamiento, que persigue la policromía del disfraz y el vacile…

En Laza son «piliqueiros» y en Verín «cigrróns». Son el origen del entroido.

El Entroido ancestral llega en medio de  la locura colectiva, atravesando montes de toxos y xestas. El bosque del Invernadoiro, hermoso,  da sombra al Carnaval de la Liberación y Laza se vuelve vitalista.

Entonces, ya no hay norma que valga en esta juerga pagana que nos aleja de los tabúes sociales:

¡Nos protegen los animales del bosque encantado desde las caretas de piliqueiros!  Ellos son los grandes protagonistas del Entroido más antiguo.

Los boteiros en el Entroido de Viana do Bolo

Otro carnaval, mezcla de tradición y reunión social,  se celebra mayormente en los municipios próximos a la media montaña de Ourense:

En Verín y Xinzo goza de mayor fama, pero también Maceda, Manzaneda o Viana ofrecen un Entroido bullicioso, interesante y costumbrista.

Este Entroido de Villa es también tradicional y participativo, con personajes singulares que tienen sus raíces en la historia de sus medievales castillos.

Pero al mismo tiempo, es una muy especial y popular fiesta, original, colorista, divertida… en la que se come, se bebe y se baila…

Preparándose para la Danza do Entroido en Cobres, Vilaboa.

Piliqueiros,  cigarrones, pantallas, felos, boteiros, o generales, porque  el Entroido también se militariza en las ribeiras del Ulla, entre Vedra y Teo.

Ya se sabe. Los auténticos personajes del carnaval gallego tienen su origen en la represión medieval: fueron o soldados o cobradores de impuestos… ¡Guardianes de aquel orden y de aquella manera!

Por eso el Entroido parroquial va de pueblo en pueblo, con todo su colorido y esplendor, en comitiva,  llamando puerta a puerta para entonar los “vivas” a la gente de “mayor aprecio” o bailando una ancestral danza ritual, como en Cobres, Vilaboa.

Tiene el especial encanto de lo popular y es una expresión más de nuestra particular manera de rendir culto a la fiesta.

En Galicia también celebramos un carnaval urbano muy colorista.

El Entroido urbano, sin embargo,  nos trae de calle y nos da licencia para casi todo…

Para montarnos una comparsa colorista y bailar por las rúas, desenfrenadamente…

Para esconder nuestras vergüenzas bajo un antifaz y asomarnos a la puerta de la vecinita con nuestro amor secreto.

Para la risa, para el ligue…

Esta locura urbana no tiene frenos. Es vitalista y sexual. Divertida y libertaria. De machotes y drackqueens.

Ni tiene límites.

Te asomas a la ventana y hueles a placer.

¡Dura hasta que el cuerpo aguante…! Y el cuerpo, ya se sabe, acabará perdido entre los placeres de la carne… Comiendo, bebiendo, bailando…

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