galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

BOIRO, PAISAJE DE ORO

EL SOL

 

        Cuando amanece, el Sol busca refugio en la mansa ría que hace suya. 

        Cada mañana, inspira el aire yodado para sentir la pleamar en los pulmones mientras mece sus pasiones sobre la arena de la playa amarilla.

        Por la tarde, camina sobre el agua creando torbellinos de colores a su paso, porque le atrae la música de las nereidas que saltan sobre las olas.

        Y al final, cuando la noche lo amenaza con la Luna,  huye tras el límite atlántico e incendia el mar… 

 

LA RÍA

 

        Es mucho más de lo que ves. La ría es un mar vital para quien habita estas riberas de serenidad marina…

         Las bateas son los nuevos barcos de la vida, anclados al corazón del agua.  Crece en ellas el molusco sabroso, el  mejillón de Galicia.

         Bajo el agua crean lugares fantásticos, selvas sumergidas y almacenes de corales.

         Otros moluscos, la fina almeja y el berberecho, son los frutos de la cercana playa próxima a la playa amarilla de los cuerpos sobre la arena

         La ría es también el espejo de agua sobre el que navega el velero al compás de la música del viento.

         La ría es la fascinación provocada por el refulgente paisaje de este mar donde se acuestan las estrellas.

 

EL CASTRO

 

        En él hallarás la raíz de la primitiva aldea galaica y también la huella de la Gallaecia. Es ejemplo de aquel sistema dominante que, desde su emplazamiento magnífico, vigilaba el constante navegar de todo tipo de naves. 

        En este castro Neixón, en su círculo, encuentras también el origen de lo mágico.

        Es el alma que persigue la sencillez del paisaje por donde vagan las hadas con luces de alborada y nocturnos duendes que habitan en las estrellas el cosmos.  

EL PUERTO

 

        Cabo de Cruz es el puerto a donde va y viene toda  la familia, que es toda marinera. Del muelle a la batea y de la batea al muelle.

        Son hombres y mujeres que viven enraizados en las olas. A ellos debemos la conservación de las selvas sumergidas de esta ensenada y los almacenes de nuestras profundidades; porque en ellos guardan también su vida.

BOIRO

 

        El sol, la ría, el castro y el puerto son el alma de Boiro. Significan su presente turístico, su pasado y su riqueza.

         El Castro Neixón es la huella más patente de su historia desde hace diez mil años y el Castro Pequeño se eleva en la punta marina contemplando la hermosura de la ría. 

        La ría, genera este paisaje de oro que atrae cada verano a miles de turistas y de veraneantes. Así Boiro es también villa de vacaciones.

         Y las bateas son el gran almacén del mejillón mientras Cabo de Cruz es el puerto mejillonero por excelencia.

        Esta es su principal industria y el origen de las otras industrias principales, las conserveras.

        Si vas a Boiro pregunta por el hotel de mi amiga Mercedes y déjate llevar por ella a la hora de elegir menú en su magnífico restaurante. Es todo un ejemplo de buen yantar, sin desmerecer a los otros muchos y buenos hosteleros que crecieron con una villa desde la que se ve nacer y morir el sol más radiante, a la sombra de la Sierra del Barbanza, que es también península y destino turístico geográfico. Es decir, comarca de obligada visita. 

       En Boiro, ya sabes, se aquieta y sosiega  un mar de riqueza que provoca paisajes de acuarela.  Es ideal puerto de partida, para navegar espacios naturales únicos.