galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

A LA ATENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL REAL CLUB CELTA

Por Eugenio Eiroa

El popularmente conocido por «Gran Mouriño» encargó esta mañana al escribano de servicio una soflama, para colocarla en las redes sociales esta tarde y blanquear así una temporada lamentable en primera división, en la que lo mejor ha sido haber tenido suerte en la última jornada y no haber enviado el barco celeste a segunda división.
El Celta del millonario gallego-mexicano sigue así entre los grandes del fútbol español, cosa de la que somos los primeros en alegrarnos, indudablemente.

CUANDO LA  HISTORIA PIDE RESPETO

Ahora bien, una vez colocada en circulación  la soflama de referencia por parte del staff mouriñista, nos encontramos con el absurdo, pues hay, por ejemplo, una línea que dice: «até aquí, até esta novena campaña na máxima categoría, chegamos todos xuntos».

¿Quiere decir que fuera de esas 9 temporadas -incluída la que aún ha de venir- que al dueño de la finca tanto parecen ilusionarle, en las otras muchas temporadas en Primera División, no estaban «xuntos» el club y los aficionados?. ¿Solo con el presidiendo andan todos «xuntos»?. Torticera redacción de la soflama, esa es la sensación que producirá a no pocos adeptos celestes…

Porque antes de la frase del «xuntos» dichoso, incluso -y ahora viene lo grave- hay otra más arriba en la soflama, en donde dice: «O RC Celta sumará a sua novena tempada consecutiva en Primeira División». ¡Carallo, qué éxito, nunca se había visto algo así!, hasta podrían exclamar los incautos si creen a pies juntillas el texto bendecido por el dueño del club y dedicado ¿a embaucar? al personal poco atento a la jugada…

En vez de ser humildes, reconocer que la afición del Celta no se merece una temporada como la que le ha tocado sufrir y que el club ha podido salvar gracias a una carambola… no, tiran de pluma y, ¡encima!, retuercen la historia… 
Porque ¡hombre!, el Celta, que se sepa, está ahí desde 1923. No hay más que ir rapidamente a los archivos de Internet y te encuentras año a año con su trayectoria.
Y ahí resulta que este club lleva 54 temporadas en Primera División (la que viene será, cuando llegue, la 55). En la 1992-93 el Celta estaba en Primera y ahí siguió hasta el final de la 2003-04 : o sea, 12 temporadas seguidas, por poner un ejemplo.
En la 1945-46 estaba en Primera División y ahí siguió hasta el final de la temporada 1958-59 : o sea, 14 temporadas seguidas, por poner otro ejemplo.

12 seguidas, 14 seguidas… en épocas en que el buen señor actual no era el dueño, ni el presidente… Entonces, andar presumiendo de: «O RC Celta sumará a sua novena tempada consecutiva en Primeira División» es una falta de respeto a la historia del club, a la realidad, ¿no?.  Sumará -además- 9 temporadas consecutivas cuando haya jugado la próxima campaña; contando la actual, lleva 8 consecutivas en Primera a día de la fecha… esto bajo la presidencia del caballero actual. Está aún lejos de las 14 seguidas a las que antes nos referíamos, o de las 12 seguidas también antes citadas como períodos áureos en Primera División.

La nota de prensa de este lunes comprende también otra frase de antología, cuando dice que el Celta «mantén a segunda mellor serie da sua historia moderna na máxima categoría«.  O sea que… ahora nos enteramos que la historia del Celta se divide en dos: antigua y moderna, para así mejor servir a los intereses propagandísticos de quienes actualmente son dueños del club. Y si mañana le interesa al manipulador de servicio, también podrá dividirse en antigua, moderna y contemporánea (¿por qué no?).

¡Pero hombre, por Dios…!: lo que sucede es que no nos acabamos de enterar, somos burros ¡hombre!. Antes de hacerse Mouriño con el Celta, este club era un cachondeo, una especie de ejército de Pancho Villa, que acumuló series de 14 y 12 años seguidos en Primera, de casualidad; algo sin importancia…

Lo importante realmente es ahora, desde que este caballero actual preside; si esto lo asumimos como lo único válido entenderemos perfectamente el espíritu de la soflama que hoy circula. El Celta de antes era un chiste. El de ahora, amigo mío, sí que es una cosa seria, muy seria.

VÁYASE, SEÑOR TEBAS

Por Eugenio Eiroa

Tebas se ha metido en el gran charco. La Covid-19 le ha dejado en ridículo. 

El hombre es prisionero de sus palabras de fechas atrás que, ahora, tras lo del domingo pasado en A Coruña, las han repetido no pocos medios. 

Al final, parece claro, el protocolo anti-Covid de la Liga de Tebas es propio de la historia del gigante con pies de barro. Ya me dirás…

«Evidentemente la jornada no se va a repetir«, proclamó urbi et orbe en la mañana del martes, «el Papa» Tebas. El da la sensación de saberlo todo, controlarlo todo, pero… el lunes, habiendo sucedido lo que sucedió en A Coruña (y Tebas sería el primer informado, sin duda, aunque fuere a través de su hijo) este mandamás de la Liga Profesional encalló el barco en las piedras. La jornada debería haberse suspendido, ipso facto, para todos los clubs.

Pero no, se jugó por parte de todos, menos por el Deportivo y el Fuenlabrada. Sin jugar, sin actuar en el campo sus jugadores, el Deportivo se fue a Segunda B. Y esto, al señor Tebas, por lo que se observa, no parece producirle desazón alguna.
Es más, dice que cabe incidir «en que todos los resultados logrados el lunes son válidos» y en que «se va a intentar que se juegue el Deportivo – Fuenlabrada en el momento en el que estén los jugadores disponibles«. Hasta que no se dispute ese partido no se podrán celebrar los playoff que servirán para conocer qué equipo acompaña a Cádiz y Huesca a Primera…


¿Jugar?, ¿Para qué?, si el Deportivo ha sido enviado a Segunda B sin darle la oportunidad de jugar. Si no fuera porque la no comparecencia en ese partido pendiente se la pueden hacer pagar muy cara, tendría razón el Presidente del Depor diciendo que lo procedente es no jugar ya ese partido…

O se repite la jornada entera, con todos los equipos y todos los partidos (y Tebas ya ha dicho que no), o se amplía la próxima temporada la Segunda División como mal menor (y Tebas también dice que no).

Entonces… ¿qué hacemos? ¡Lo que diga Tebas! ¿No os habíais enterado de que este dirigente supremo del futbol millonario es un sabelotodo, capaz en todo momento de todo? 

Tebas, eso sí, a mitad de semana, después de haber largado todo lo que le vino en gana, andaba con esa historieta de que en este asunto se iba a echar a un lado y poner en su lugar a un vicepresidente de La Liga, porque tiene un hijo que, al parecer, trabaja para el Fuenlabrada. La vergüenza de tener que echarse a un lado en uno de los momentos más delicados del fútbol profesional español.

LA VERGÜENZA DE TENER QUE ECHARSE A UN LADO EN UNO DE LOS MOMENTOS MAS DELICADOS DEL FÚTBOL ESPAÑOL

El Órgano de Cumplimiento Normativo de La Liga ha enviado una nota informativa a todos los clubes en la que explica que Tebas ha delegado en su vicepresidente primero «cuantas decisiones o acciones se hubieran de acometer en relación con el CF Fuenlabrada SAD, al objeto de esclarecer los hechos acontecidos y dirimir presuntas responsabilidades si es que las hubiere«. Tebas dice que toma esta decisión porque su hijo es asesor jurídico y secretario no consejero del club madrileño.

¡Vaya por Dios! No llega con la catástrofe organizativa del «caso Fuenlabrada«, sino que ahora se pone en evidencia lo muy inoportuno que es que el padre presida La Liga de Fútbol Profesional y que el hijo sea el asesor de uno de los clubs de esa Liga. Legal será, pero impresentable es lo que acabó resultando.

En un asunto tan delicado como este que nos ocupa, con millones y futuro de clubs en juego, resulta que el presidente de La Liga no puede actuar, se echa a un lado (en el asunto más trascendente de toda la temporada) porque tiene un hijo al servicio del Fuenlabrada…

Deja de actuar… en evitación de un conflicto de intereses porque su hijo trabaja al parecer en un equipo embarcado en un serio conflicto, club miembro de La Liga de la que el señor Tebas aún es presidente.

¡Váyase, señor Tebas!. ¡Váyase!  Así su hijo trabajará tranquilamente para cualquier club y usted no pasará por la vergüenza de tener que echarse a un lado en uno de los momentos más delicados del fútbol profesional español.

EUGENIO EIROA