galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

A MARIÑA ES UN PLANETA

Hoy me cuentan los espíritus del Fazouro, -el castro de los galaicos y los celtas-, que el Cantábrico estaba furioso y solo se calmaría con la solidaridad de todos. Indios americanos, negros africanos y blancos europeos. Gallegos, caboverdianos, peruanos, rumanos… Todos los trabajadores de todos los sectores de una comarca universal como As Mariñas de Lugo se subieron a bordo para intentar capear un temporal provocado por el poder del dinero. Decían…

—- ¡Es que los buitres sobrevuelan San Cibrao!

Te cuento. Este miércoles he visto llorar a un hombrón en la tele. Le caían las lágrimas por el futuro que le estaba contando el Telexornal:

A semana que ven, o día 25,  Alcoa despedirá aos 500 traballadores da sua planta de aluminio da fábrica de San Cibrao, en Cervo…”  

Unos culpan “do peche” a la Xunta… y otros al gobierno español. Pero a mí se me hace raro cuando detrás de todo esto hay un fondo de inversiones dirigido por unos empresarios con nombre y apellidos.

—- Sin el paquete de interrumpibilidad el Gobierno sentencia a Alcoa.

Lo dice Feijóo presidente, cargado de razón, cariacontecido, pero sin aportar una alternativa a un problema que lleva la crisis a la comarca más deprimida de Galicia, en donde te venden pisos a menos de treinta mil euros.

Parece que de nada sirvió la lucha. El gran capital, como en los viejos tiempos, ha dejado sin vida a todo un pueblo que estaba sufriendo aún los efectos de la mayor pandemia de los últimos cien años.

—- Non hai dereito…

—- ¡Temos que facer algo para evitalo!

—- Pero xa é inevitable…

No hay “salva empresas” que compren ahora lo que se privatizó en su día en contra de la opinión generalizada de los expertos… Simplemente porque Alcoa no vende, pero cierra la única fábrica de aluminio de España.

En San Cibrao huele hoy de mal como cuando a su puerto traían las ballenas y las desguazaban. Es que…

Alcoa era de una multinacional estadounidense que compró al Estado Español la empresa pública Inespal por 370 millones de euros. Detrás de ese nombre estaba un fondo buitre americano que se hizo con la propiedad de nueve plantas industriales en diferentes lugares de España más las instalaciones centrales en Madrid.

—- ¿Y a iniciativa de quien se debe la privatización de Inespal?

—- Al mismo que por una peseta simbólica vendió al grupo Cisneros de Venezuela “Galerías Preciados”, nacionalizada tras haber sido incautada por el Gobierno de España a la Rumasa de Ruíz Mateos. Inespal se vendió en 1988, cuando era presidente del Gobierno el entonces socialista Felipe González.

Te explico. De esas nueve factorías dedicadas a la fabricación de alúmina y aluminio, Alcoa se quedó solo con dos. El resto las vendió a otras empresas como por ejemplo Aludium o Alibérico, con fábricas en Amorebieta, Alicante y Sabiñánigo, las tres en funcionamiento y a pleno rendimiento en la actualidad.  

Las cifras de las ventas de las siete industrias vendidas por Alcoa tras la operación con el Estado Español las desconozco en su conjunto pero Expansión, el diario económico de mayor prestigio, dijo que aquel había sido el mejor negocio llevado a cabo por una empresa multinacional en España.  También se desconoce la cifra total de las subvenciones gubernamentales que durante todos estos años recibió Alcoa “por el alto coste de la electricidad”.

—- ¿Pero quién está detrás de Alcoa?

Alcoa se vendió posteriormente al Grupo Riesgo y nada más llegar sus analistas detectaron “prácticas contables cuestionables” en la empresa, que ya reclamaba subvenciones “por lo cara que era la electricidad”.

De este grupo inversor, comandado por David Domènech y Alexandra Carrascal, sus socios principales, decían no hace mucho en Asturias:

—- Son unos carroñeros. Venden humo, no tienen palabra y hunden las empresas”.

(Titular de “La Nueva España” el pasado 1º de Mayo).

Es el Grupo Riesgo quien está detrás del despido de 534 trabajadores de la factoría de San Cibrao, que dedicará solo a fabricar alúmina. Sus representantes dicen…

—- Todo esto es una cuestión de negocios.

Los buitres lo entienden así.

Pero como te decía al principio, A Mariña es un mundo en el que confluye el ejemplar cosmopolitismo en el que se debieran de fijar otros mundos a los que aún llegan huyendo los que nacieron para huir. De As Mariñas de Lugo nadie huye porque todos hablan el mismo idioma… aunque se mezclen extraños acentos.

Aquí la gente convive, trabaja cuando hay trabajo, se divierte si se da el caso, baila, sufre, reza, navega… Todos juntos, como arena de una misma playa o a bordo del mismo barco.

No me cabe duda de que este mazazo se lo han dado en el peor momento pero estoy seguro de que volverá a fabricarse en San Cibrao el mejor aluminio de Europa. Mientras, se me ocurre que podríamos acompañar a esa nuestra gente, visitándoles para mostrarles nuestro apoyo, al mismo tiempo que conocemos las más bellas perspectivas de una tierra esculpida por el mar Cantábrico para magnificar su arte.