ADOLFO DOMÍNGUEZ

Nacido para la creación

Adolfo Domínguez con sus primeras arrugas.

Recuerdo que mi primer traje fue de sastre. De Sastrería el Faro, todo un emblema del buen vestir en el Ourense de los sesenta. Como todos los de sastre, fue un traje a medida, que aún no se inventara el “pret a porter”.

También  recuerdo a un niño rubio que jugaba con unas tijeras y unos restos de tela, detrás del mostrador. Cortaba ya con naturalidad y destreza, como si se tratase de una diaria costumbre, al salir del colegio.

El maestro sastre era don Adolfo y el niño de las tijeras Adolfito…

Mi madre siempre dijo que en la ourensana Sastrería el Faro se había inventado la moda gallega…

Don Adolfo transformó una pequeña sastrería en una gran tienda y una industria familiar. Y aquel niño, el hoy popularmente admirado Adolfo Domínguez, regresó a Ourense desde París, con ideas que hicieron posible todo un imperio de la moda en el mundo.

En los años 80 “la arruga es bella” fue la primera piedra de Galicia Moda, un grupo de diseñadores que se convirtieron en nuestros embajadores del arte del vestir por todas las pasarelas.

Ahora tiene el país escuela propia que aporta nuevos nombres y estilos para que la industria subsista en los tiempos difíciles.

Y con el nuevo milenio ha vuelto el glamour a la pasarela gallega, protagonizado por jóvenes llamados emergentes; tan independientes,  que no siguen más reglas que las que les dicta su propia imaginación…