galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

QUE EL AGUA NO NOS LLEGUE AL CUELLO

Dos mares y mil ríos. Dos mil kilómetros de costa. Fuentes y lagos. Inviernos de nieve en las montañas. Galicia, de la lluvia enamorada… Son los tópicos del agua, un bien preciado pero también amenazado,  como denuncian ecologistas y organizaciones como la ONU o  el Parlamento Europeo.

La Organización de las Naciones Unidas advierte: tan solo un dos y medio por ciento del agua de todo el planeta es dulce. Y de ella, el noventa y nueve por ciento no fluye, ya que es la que forma los casquetes polares o bien la que se encuentra en pozos subterráneos.

El agua dulce, incluso en la Galicia de los inviernos más lluviosos, es un tesoro a conservar y hemos de tenerlo en cuenta cada vez que abrimos el grifo de la ducha o el de la cocina, que dejamos fluir de manera continua, como si nos sobrara, frecuentemente.

Tras largos estudios, la ONU nos significa que más de la mitad de los humedales de agua dulce del mundo fueron desecados, por diversos efectos, en los últimos cien años.

En Galicia el ejemplo más notable es el de la Laguna de Antela, que en los años sesenta fue víctima de una infeliz decisión del gobierno del dictador, que la mandó desecar para crear un agro de patatas. Hoy en día, las patatas, suponen el mayor excedente de los frutos agrícolas de Galicia y muy especialmente de la comarca de A Limia.

Hace ya tiempo que, desde la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, se está procurando la recuperación de la Laguna y en la actualidad se puede contemplar una buena parte de este humedal, que tuvo en du día un gran valor ecológico, el que se espera pueda recuperar en los próximos años.

En cuanto a los ríos, se denuncia su sobreutilización para crear energía hidroeléctrica: hay en el planeta 42.000 presas que amenazan la supervivencia de 250 especies. Además, en algunos casos, se desaprovecha el agua sobrante cuando es la invernal época de lluvias fuertes.

La mayoría de los ríos de Galicia gozan de buena salud medioambiental, aunque los pequeños, los regatos, al igual que las aguas subterráneas, son frecuentemente sobreutilizados para regadío y sufren las consecuencias de pesticidas, purines y otros fertilizantes dañinos para el agua, que se utilizan en los cultivos.

Por lo que se refiere al mar, el dato que facilita la ONU es preocupante: uno de cada tres peces del planeta está amenazado de extinición. Porque el setenta por ciento de las reservas de peces están siendo explotadas hasta su límite ecológico.

En Galicia tenemos claro que el mar es el origen de la vida y también que para muchos marineros fue el fin de la misma. Sus recursos generan casi medio ciento de miles de empleos en el país. Por eso se impone el saneamiento de las rías, el control de vertidos, la limitación de las capturas de peces y mariscos, y los paros biológicos.

El mar, para los gallegos, debe ser objeto de la mayor protección y son los propios marineros los que manifiestan su total acuerdo con las medidas tomadas, porque los bancos de pesca están recuperándose…

Para que el agua no nos llegue al cuello, debemos proteger pozos, fuentes, humedales, ríos y mares.

Si hasta ahora se denuncia en muchos informes el gran fracaso de la sociedad moderna a la hora de preservar el agua, esperemos que esos mismos estudios despierten nuestra conciencia ecológica y nos convenzamos de que agua es igual a natura. Es decir, el precioso recurso que necesitamos todos los seres vivos del planeta.