galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

AHORA QUE HEMOS LLEGADO A VIEJOS

A ver. Nunca estuve tan bajo de moral como ahora que he llegado a viejo…

— ¿Por qué sabes que has llegado a viejo?

— Por las cosas que me duelen…

— ¿Estás mal? ¡Tú no tienes queja…!

— Estoy bien… ¿Comparado con quien?

— ¿Pero qué cosas te duelen…?

Tú ya sabes. Notas que eres viejo cuando te duele más el alma que el cuerpo. Cuando ya nadie te llama ni al móvil ni al fijo. Cuando no sabes nada del exterior de tus cuatro paredes. Cuando solo escribes para decirte a ti mismo que aún sirves para algo. Cuando ya no sabes que hacen tus “amigos” este fin de semana. Cuando no tienes más compañero de trabajo que tu ordenador… Cuando solo “conversas” vía Facebook… O Mail… O Messenger… ¡Qué carallo! Cuando te aburre el telediario. Cuando todo te importa un pito… Cuando… terminas diciéndole a la mujer de tu vida…

— ¿Y qué más da?

Además, ¿Sabes? Yo tampoco quiero llegar a los cien… aunque me suban como este año un poquito la pensión. Tan poquito que no se nota. Da la impresión de que quieren rodearse de miserables.

Y se disculpan:

— Hacemos lo que podemos, porque antes los viejos morían antes. Ahora casi todos llegan a los cien…

¡No te jode! ¡Ahora hemos de morir por decreto ley! No me extraña que Balbino diga que esto del coronavirus lo hicieron en un laboratorio para matar viejos:

— ¡Dígocho eu! Cantos menos pensionistas queden vivos despois da pandemia mais cartos aforran para outras cousas que lles favorecen mais…

— Balbino, non digas burradas.

— ¿Entón porque o virus ataca só os vellos?

— Porque somos os que estamos mais escarallados.

— Máis fácil para acabar con nós…

— Balbino, borra eso da cabeza que non é certo, naide quere matar vellos.

Pero, eso sí, ningún político quiere que vivan bien, no hay más que ver la mierda de residencias públicas de mayores que tenemos y aún encima escasas.

Claro que ellos, los que nos putean, también llegarán a viejos y un día cualquiera se apercibirán de que no pueden tomar a un nieto en sus brazos porque se le fueron las fuerzas.

Entonces llorarán… porque habrá otros que les puteen a ellos.

¡Es esta nuestra vida! Lo siento pero no hay ambages que permitan contarla de otro modo…