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AL CELTA LE SOBRAN INVERSORES

Me preguntaba un colega de paseos vespertinos, Ginés, qué le pasa al Celta esta temporada, que juega para no descender. Le respondió Manuel con una de sus frases míticas…

—- E que ten que andar ó que debe andar.

—- ¿Cómo?

Sí, el Real Club Celta no es un negocio, es un equipo de fútbol que no requiere inversiones inmobiliarias, solo deportivas. Su presidente, después de gastar el dinero en el edificio más caro de la carísima calle del Príncipe para una nueva sede social pretende ahora construir en terrenos del ayuntamiento vecino todo un complejo deportivo-turístico-comercial.

Utilizando el nombre del Real Club Celta de Vigo, Carlos Mouriño quiere situar en Mos sus futuros negocios, todo un complejo basado en el ocio, en el que habría centros comerciales, hoteles, restaurantes y cafeterías, además de un nuevo estadio y unos campos de entrenamiento.

Está claro que el Celta es de su propiedad y de sus asociados inversores, no de los aficionados. Pero estos últimos se conforman con adecuar Balaídos y en ello anda el alcalde Caballero, que es socialista como sabes.

Te lo recuerdo porque para llevar a cabo su proyecto Mouriño cuenta con la connivencia del Partido Popular que, a través del ayuntamiento y de la Xunta, trata de convertir en urbanizables terrenos que no lo son. Tal vez por eso el PP celebró un acto político en la sede del Celta, lo que indignó a los aficionados que no son del partido de Feijóo.

—- ¿O sigues, Ginés?

—- Sigo, sigo.

Mientras gasta en una sede que no necesitaba el club, Mouriño también trata de ahorrar todo lo que puede para su gran proyecto, en vez de invertir en un cuerpo técnico y jugadores que respondan a las aspiraciones deportivas del Celta y asimismo en la cantera, que es el negocio más rentable de una sociedad deportiva.

Porque el Celta, es el símbolo deportivo de Vigo y de media Galicia, no es una sociedad de inversiones.

Así que, después de la bochornosa última derrota frente al Levante, imagínate cómo están los ánimos: ayer mismo la Comunidad de Montes de Tameiga y las comunidades de aguas de Casal, Monte Baxiña, Sanguiñeda y Petelos, todas del municipio de Mos, celebraron una concentración en contra de lo que Mouriño tiene planificado en su proyecto, que afecta a terrenos de los comuneros.     

El Celta tiene ya su estadio –de segunda división es el mejor- y ya tenía una lujosa sede en un chalet del Castro. Lo que le sobran son inversores, incluso chinos.