galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

ALGUNAS HISTORIAS DE NUESTRA FICCIÓN

Cada rincón hermoso de esta Galicia Única tiene su leyenda. Y a poco que viajemos por ella, desde la montaña blanca al mar azul, nos envolverá el relato misterioso de personajes extraordinarios.

Tenemos los gallegos tendencia, incluso,  a presentarlos como héroes y mitos consustanciales con nuestras propias vidas. Por eso, algunos  escriben novelas, otros hacen películas, los más hacen una fiesta y los menos cuentan cuentos…

Pero todos coinciden en la gran riqueza cultural que representan nuestras leyendas de tierra y mar, evocadoras de personajes que aún gozan del beneficio de la duda de su existencia real…

En lo alto de cada montaña de la Galicia interior y en las proximidades de un castro,  siempre hay una “pedra moura”.

En realidad es una atalaya magnífica desde la que se contempla la magia de la Tierra; pero alguien añadió la leyenda de la Princesa Moura  (por morena), encantada y encantadora:

La roca se vuelve de oro cuando sobre ella se sienta un gentil hombre. La moura aparece entonces resplandeciente de belleza. Surge el encantamiento y la codicia termina por convertir al caballero en una vulgar piedra. Y así, por los siglos de los siglos.

Dos hechos legendarios destacan en la romanización y nos sitúan en dos hermosos lugares: Por un lado, a orillas del Limia, cuando la Legión de Roma que comandaba Décimo Juno Bruto, se encontró con la niebla y pensó hallarse ante el río Lethe, el río del olvido de la mitología griega. La leyenda dice que los soldados de Roma atravesaron el río una vez que su caudillo los fue llamando uno a uno por su nombre desde la otra orilla…

La niebla, sin embargo, es quien nos ofrece esa húmeda atmósfera del paisaje mágico reverdecido.

Los romanos también confundieron la curva atlántica con el fin de la tierra, allá en el faro que hoy conocemos como el del fin del mundo, en Fisterra:

Al ver “como el sol se escondía bajo las aguas”, pensaron que allí se acababa el planeta, e incluso escuchaban el sonido típico del hierro candente cuando lo metemos en el agua fría, en el momento en el que se producía el impresionante acto natural de la  puesta del sol.

Con la cristianización, surgen las leyendas de milagros y algunas páginas de la historia religiosa de Galicia se quedan a medias entre el relato verdadero y lo imaginario.

Son leyendas de Cristos crucificados que aparecen en la playa de Nemiña o ascienden el Miño hasta Ourense para ser venerados en capillas propias.

También hay leyendas de Vírgenes que aparecen y desaparecen, junto al mar, al lado de un río, en lo alto del castro…

O personas que aún creen que el Santo Grial se encuentra en la iglesia de O Cebreiro

En la Edad Media las leyendas sitúan en la Tierra Única a héroes de poemas épicos, como el Caballero Roldán o al enamorado Lancelot que huye de la prinesa Ginebra hasta Cedeira… Aunque en A Pastoriza, en los bosques encantados, sitúan los seguidores del obispo Maeloc al mismísimo Rey Arturo, del que se atribuyen noble descendencia…

Pero son más bellas otras imaginarias narraciones, de esas que se cuentan al pié de la lareira, que hablan de héroes villanos como Roxín Roxal, que salva a su noble amada de ser muerta por un fiero jabalí ante la cobardía de su marido…

O de las princesas encantadas y convertidas en ciervos, en los montes de Ancares, que,  una vez muertas, recuperaban sus bellos cuerpos  ante la desesperación de sus príncipes, convertidos en sus propios asesinos…

Hay otras leyendas relacionadas con el diablo en las que no siempre sale bien parado, como la Ponte do Gatín, que salva el río Navia cerca de Becerreá:

A cambio de su construcción,  para que pudiera acceder  a su amor, el joven amante  promete a Satán el alma del primer ser que nazca en su hogar. Y nació un gato. Por eso es la Ponte do Gatín.

Ya en la modernidad, hay personajes legendarios que existieron y cuyas vidas fueron posteriormente noveladas o llevadas al cine. Es el caso de guerrilleros–maquis como Foucellas, toda una leyenda de la lucha antifranquista de los años cincuenta.

O la historia de Pepa A Loba, que en realidad se llamaba Josefa López y había nacido en A Estrada. “El único hombre bueno es el hombre muerto” es la frase que dejó para la posteridad, esta primera feminista de Galicia; feminismo fruto de una infancia llena de crueldades que incluyen violaciones, malos tratos, un amor asesinado y una prima quemada en la hoguera… Cuenta la leyenda que, en las noches de luna llena, cuando la niebla se posa sobre el Ulla, aún se escucha el llanto de Pepa, A Loba.

Pero tal vez el personaje más legendario de nuestra historia resulte ser el hombre-lobo de Allariz, Manuel Blanco Romasanta,  a quien algunos consideraron descendencia directa de Satán, tras un akelarre con las malvadas brujas de la época.

 Según la leyenda, Romasanta sufrió una maldición en el año 1839: una mala fada le convirtió en hombre lobo. Pero lo cierto es que Romasanta fue un vulgar y salvaje asesino de la época. 

En la Tierra Única, se cuentan más de cien mil leyendas y se calcula que hay otros tantos personajes que las protagonizan…

La última que leí forma parte de una novela de Benito Iglesias, en la que dice que un dragón sobrevoló la Catedral de Santiago y por eso cada 24 de Julio se produce el “milagro” de los fuegos del Apóstol…