galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

ANEIROS DE LOS ÁRTABROS Y EL LUGNASAD – Por Chus Sanesteban Iglesias, desde Cedeira

El Druida

En las islas del norte del mundo, antes de que la Tierra fuese habitada tal y como la conocemos hoy, Tailtiu, hija de Magmor, rey del país de los muertos, crió  un niño al que el destino tenía previsto convertirlo en Oliam: príncipe y doctor supremo de todas las ciencias. Su nombre Lugh.

A mediados del verano, Tailtiu, a causa de un gran agotamiento físico, después de trabajar las tierras para su cultivo, pasó al Sidhe, el país de los dioses, los héroes y los difuntos. El niño que ella criara, no olvidando los cuidados maternales con los que Tailtiu rodeó su infancia, le rindió un homenaje convirtiendo el lugar donde había muerto en una reunión y asamblea anual de negocios, bodas, diversiones y placeres.

Las ferias de Tailtiu con el tiempo llevaron el nombre de su hijo adoptivo y fueron llamadas las ferias de Lugh, Lugnasad, en todos los territorios que los celtas habitaban en las galaicas orillas atlánticas.

El Lugnasad de agosto era pues una de las más importantes celebraciones anuales del Mundo Celta. Las otras eran Samain, en noviembre, cuando se inicia el año celta; Imbolc, en Febrero y Beltaine, en mayo. En el Lugnasad había juegos, música, comida, bebida, competiciones y transacciones de ganado y actividades comerciales. Y era también el tiempo donde las parejas se conocían y celebraban las bodas y se comprometían, cuando menos, a pasar el invierno juntos, debiendo renovar ese compromiso al año siguiente en Beltaine o en el próximo Lugnasad.

Amor Atlántico (Foto de Karina Beatríz Martínez)

El Lugnasad que se celebra actualmente en Cedeira tiene carácter lúdico, el de una fiesta en la que se pretende recrear las actividades, costumbres, tradiciones, leyendas, ritos, juegos, música, artesanía, gastronomía y otros elementos relacionados con el Mundo Celta, con las leyendas artúricas de tanto arraigo en este territorio; con Galicia y con Cedeira.

— Con todo esto y un poco de imaginación celebramos las bodas celtas y el Lugnasad de Cedeira.

El “sumo sacerdote” es Manuel Aneiros, más conocido como “Aneiros dos Ártabros”, que fue quien me contó historia y curiosidades de esta fiesta celta, que, ya ves,  tiene continuidad en el siglo XXI.

—- La primera salida en prensa como “Aneiros dos Ártabros” data del año 1987. Un grupo de amigos me denominó así por una fiesta, una de las primeras bodas celtas. Es posible que sea yo el primero que las hizo.

—- ¿Y qué “poderes” se precisan?

—- Las cualidades que se debe poseer, fundamentalmente, son las de ser un gallego respetuoso, defensor y promotor de nuestra cultura.

 

Aneiros hace una excelente queimada, sabe todo de música y de arte. Le gustan las leyendas, la historia, la buena comida y la bebida; y todo lo que tenga que ver con la cultura celta y gallega.

Mágico Paisaje

Este año el gran druida “celebró” unas 20 bodas

Los novios están a la orilla del mar, delante del oficiante y de la sacerdotisa, que es la que les pone la corona de flores sobre sus cabezas. En medio del paisaje único de la Costa de Cedeira, este es un cuadro de gran plasticidad.

Luego está el buen humor de los protagonistas. La pareja se declara el amor que se tiene y deciden pasar,  al menos, todo el invierno juntos.

Aneiros cuenta:

—- Desde hace tres años celebramos el  Lugnasad en Cedeira porque quisimos recrear este acontecimiento a orillas del Atlántico norte gallego.  Hay una leyenda que habla del paso de Lanzarote del Lago por Cedeira.  Además, en la Serra da Capelada nace la “herba de namorar”, concretamente en San Andrés de Teixido.

En su modestia, Aneiros solo se considera “un mero oficiante de bodas” y afirma que “son los cedeirenses los verdaderos protagonistas del Lugnasad…”

—- ¡Y los novios!, añade.

¡Por lo visto vienen de toda España!

* Chus Sanesteban