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DE AQUELLOS POLVOS VIENEN ESTOS LODOS

Media España anda revolucionada con una noticia vieja, aprovechada ahora por los buitres de la información y quizá por algún espía del antiguo CESID, unos para conseguir el exitillo del momento y el otro para poder comerse un plato de lentejas. Se refiere a los amoríos de Juan Carlos de Borbón con la entonces vedette Bárbara Rey y una supuesta compra de silencios con cifras mareantes, en euros y en pesetas.

A ver. Yo conozco a siete excelentes féminas del mundo del espectáculo, además de la susodicha, que no niegan sus escapadas con él, cuando fue príncipe y cuando fue rey. Una de ellas, a la que me unía cierta amistad, fue la más explícita sobre este asunto…

—- Yo siempre creí que a los de sangre azul les daban cursillos especiales de cómo se echa un polvo, pero este mi príncipe no lo debió de aprovechar.

Me lo dijo con pena una noche de confidencias después de un paseo en globo al atardecer. Estábamos todos sometidos al yugo de la dictadura y la actriz -de la que no doy nombre porque soy un caballero- estaba segura de que yo me conocía esas historias borbónicas.

Porque todos los hombres de esa familia tuvieron fama de salidos y el número de amantes de alguno de ellos resulta incalculable. Así que no es nada novedoso que Juan Carlos de Borbón tuvo amoríos con algunas damas impresionantes en sus tiempos prodigiosos, aunque sí lo es, al menos para mí, eso de la compra de silencios.

Según la noticia que circula por los diarios digitales, un espía se reunió con Bárbara Rey para que no hablase de su relación con el rey. Le ofreció 500 millones de pesetas, unos tres millones de euros. Se los pagarían en Luxemburgo, en el Kredietbank, a razón de 26 millones al mes. Esto dicen que ocurrió entre 1996 y 1997.

También dicen que el CESID ahora CNI, abrió efectivamente esa cuenta y efectuó un solo pago en ella por ese importe de 26 kilos. Lo que no aclaran es quien los cobró pero si su procedencia: el dinero era de los fondos reservados.

Bárbara Rey niega que tenga algo que ver con esa cuenta…

—- Si alguien la abrió y la usó sabrá qué hizo con el dinero. Nunca he estado en Luxemburgo en ese banco. Yo no sé nada ni quiero meterme en líos. Ya me han hecho demasiado daño.

El diario digital OK, que dirige Eduardo Inda, afirma que “la vedette ha reconocido que se reunió con un espía que le propuso comprar su silencio con dinero a cambio de un maletín con cintas de video en las que supuestamente había grabado al rey”.

Y sigue el diario digital afirmando que Bárbara Rey presentó una denuncia en 1997 en una comisaría de Madrid por “presiones, amenazas de amigos de Juan Carlos de Borbón y del servicio secreto, y el robo de una caja de cintas de su casa”.

Termina el asunto aclarando que, sin embargo, “nadie investigó y la cuenta de Luxemburgo se cerró”.

Como comprenderéis, a un republicano como yo le importa un pimiento con quienes se ennovia o ennoviaba el rey que llaman ahora emérito, pero otra cosa es la utilización de fondos reservados para comprar el silencio de una amante que,  aún encima,  le grababa videos para tener un recuerdo de sus polvos.

Creo que la noticia debería investigarse por parte del CNI y de ser ciertos los aspectos que se refieren a los dineros, se deberían exigir responsabilidades a quienes estaban encargados de hacer la cama para que el Sr. Borbón disfrutase de todas esas bellezas, que lo fueron de verdad.

Por cierto, La hoy señora Rey es muy contundente al afirmar…

—– Él nunca movió un dedo por mí.   

Aquí vale aquel refrán: de estos polvos vienen estos lodos… ¿O era al revés?