galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

AÚN QUEDA GENTE BUENA

Por Marola Seijo

—- Decidimos no cobrar el alquiler a nuestras inquilinas tomando el café de la mañana. Dijimos, esto va para largo y todos debemos ser solidarios, así que les escribí y les dije que no me pagaran el piso a finales de marzo, que no se preocuparan ahora por el dinero.

Se llama Loli y quiere ocultar su apellido, porque no desea notoriedad. Es la dueña de dos pisos de alquiler en Lugo capital.

—- Por suerte, mi familia no depende de ese ingreso para llegar a fin de mes. Habrá otras familias que no podrán hacerlo. Pero si un casero tiene la posibilidad, creo que es muy bueno para todos. Que nadie lo tome como un gesto de caridad, es una cuestión de racionalidad y justicia ante un momento de crisis.

En redes sociales aparecen, con cuentagotas aún, casos de propietarios que deciden no cobrar el mes a sus inquilinos. El debate social lleva días sobre la mesa. El Gobierno ha decidido no regular nada respecto a los alquileres y por lo tanto la decisión de no cobrar, de ajustar la renta o reclamar hasta el último céntimo que marca el contrato está en manos de cada propietario.

Loli explica su actitud…

—- Tú tienes que saber a quién le ofreces las cosas. En ese piso tengo buenas inquilinas, juiciosas, que se merecen este gesto. Si fueran malos inquilinos, seguramente habría dudado más. Cada realidad es distinta y yo no quiero dar lecciones a nadie con esto, no quiero que parezca que ahora todos los caseros tienen que dejar de cobrar su renta, ni que es mala persona el que no lo hace. Muchos necesitan ese dinero para llegar a fin de mes. Yo no soy rica, pero por suerte puedo hacer ese esfuerzo.

Estoy segura de que Loli no es rica, pero su ejemplo me parece no solo destacable sino también encomiable. Claro que no todos los caseros son iguales; por desgracia hay mucha gente a la que le tocó en suerte depender de un “fondo buitre”, de esos que han disparado los precios de los alquileres a conciencia, a pesar de que adquirieron las viviendas a bajo precio como consecuencia de la crisis económica o de la irresponsabilidad de políticos como Ana Botella.

Gracias, Loli… ¡De Lugo tenías que ser! Como mi abuelo, que también te está aplaudiendo desde el cielo.