galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

BRINDEMOS CON VINOS GALLEGOS

Brindemos por los ausentes.

¿Sabes? Quedan pocos días para esas fiestas cristianas y paganas que hacen que mis hijos, todos, vuelvan a casa para comer marisco del bueno, el de O Grove;  merluza do pincho, que es la cinco anzuelos de Celeiro; y turrón, que es dulce foráneo aunque Gloria se empeñe en hacerlo artesanal… Todo regado con blancos o tintos gallegos, de los que me gusta presumir. Vinos gallegos que sirven para brindar y dejar de lado ese champagne carísimo francés e incluso el cava catalán, que tiene demasiadas burbujas.

¿Por qué has de brindar con algo que te hace eructar constantemente mientras los nietos cantan la Marimorena?

Esta vez no, te lo garantizo. He asumido el papel de cabeza de familia y hago yo la selección.

merluza al pil pil

Antigua bodega

 Pero… ¡No creas que será fácil! Los vinos gallegos ya no son aquellos  de hace veinte años cuando íbamos a grabar de bodega en bodega, sí de aquellas “artesanales”,  donde cada uno se creía el rey de la viticultura y te espetaba con cariño:

—– ¡Tome un vasiño! ¡Elle da casa e refresca moi ben!

Y tú mismo, que eras un sufridor,  palpabas las pastillas de “Rennie” en el bolsillo y pensabas que solo te quedaban dos antiácidos y que no deberías pasarte…

—– ¡Acuérdate de la semana pasada!…

Te decía siempre el estómago para que ni siquiera lo probases…

No, ahora no es lo mismo.

Río Támega

Río Támega

Vayas por donde vayas te encontrarás  excelentes vinos gallegos, caldos blancos y tintos que han conseguido eso que los sumilleres llaman la excelencia.

Como por algún lado hay que empezar, sigamos a los cinco ríos que parecen marcar el territorio a la viticultura gallega del siglo XXI…

El Támega, que baña el valle de Monterrei. El Sil que mima las medias laderas de Valdeorras y de la Ribeira Sacra. El Miño, que es también río sagrado en las laderas de Chantada y de Pantón, y lo sigue siendo cuando se encuentra con el Avia en el Ribeiro, para seguir su trayecto por el Condado hasta O Rosal. O… si te parece que está más a mano sigue al Umia entre Caldas de Reises y Cambados para descubrir tanto la cepa albariña como la del Barrantes tinto, del que fue gran descubridor mi inolvidable amigo Vicente Cebrián, el mismo que convirtió a Murrieta en uno de los grandes de La Rioja.

O SORO.

Los ríos son paisajes que nos encandilan en nuestro recorrido por las cinco denominaciones de origen: Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei, Ribeira Sacra y Valdeorras. Además, los ríos,  quizá tengan mucho que ver con el clima que necesita cada uno de estos diferentes caldos.

Comencemos la búsqueda por esta última denominación, que tiene en el godello su producto estelar. La curiosidad que sobresale en Valdeorras es que algunos godellos fueron envejecidos en barricas con muy buen resultado. Fue en los años 80 cuando se puso de moda este blanco gracias a Guitián, que consiguió que toda su familia se enamorara de este vino.

Yo este año te recomiendo el que voy a elegir para los aperitivos, antes del marisco… O SORO, de la bodega de Rafael Palacios que interactúa con pequeñas fincas de las laderas del mirador de A Rúa.

vinos gallegos

Cepas de otoño en Chantada, Ribeira Sacra.

En la Ribeira Sacra siempre, desde que llegaron los primeros anacoretas, se trabajó el vino. Las laderas hacían difícil el cultivo pero los resultados siempre merecían la pena. Aquí lo único que frenó los cultivos fueron la guerra civil y la emigración. A mí me resulta riquísimo el Amandi, que ya bebían los romanos. Tiene un color especial y baja bien con todo.

Aunque para seguir con el aperitivo os daré a probar  una botella de “LAPOLA”, que es mezcla de godello, albariño y blanca especial, que consiguió Javier Domínguez en su bodega “Dominio do Bibey”.

Javier lo cuenta así:

—- No había documentación ni bibliografía sobre cómo se había hecho aquí el vino ni cómo evolucionaban esas uvas. Trabajamos con prueba-error. Lo conseguimos.

VINO GALLEGO LA POLADIEGO DE LEMOS                             VINO A PITA CEGA

Descendemos con  el Miño,  que quiero presentaros a dos mujeres antagónicas pero con el denominador común de su pasión por el vino. Esther Teixeira viste bata gris tópica de la mujer matriarca. A sus 77 años apenas ha salido del pueblo, que cuelga sobre el río. Pilar Higuero no es gallega sino de Málaga. Tiene 52 años,  un Porche a la puerta de un pazo hermoso donde perros, ovejas y gallinas campan a sus anchas.

Los vinos gallegos de ambas se distinguen por estar elaborados de una forma muy natural y limpia. Esther fue la primera viticultora ecológica de Galicia y habla con sus viñas. Pilar, según dicen,   les pone música de Haendel  y Bach.

Del Ribeiro me llevaré esta vez DIEGO DE LEMOS, elaborado por Esther y A PITA CEGA, el vino de Pilar. Ambos huelen mejor que saben.

El Ribeiro del Miño

El Ribeiro del Miño

El Miño, en su tramo final, baña una parte de los viñedos Rías Baixas, unificados en una sola denominación cuando antes eran tres: Condado, O Rosal y Albariño. Para mí los mejores vinos albariños se cultivan en la ladera del Niño do Corvo mirando de frente al Tecla y contemplando como muere en el Atlántico el gran río. De esa zona me llevaré O AFORADO, que mi amigo Daniel cultivó con mimo de enamorado, práctica que heredaron sus hijos en As Eiras. Es un vino que perdura para curarnos la pena de las ausencias.

      vinos de galicia       vinos gallegos

Si buscamos el curso del Umia y lo seguimos nos daremos cuenta de que los viñedos de Albariño pueblan la mayor parte de la tierra de tres ayuntamientos: Ribadumia, Cambados y Meaño. Es esta la zona más industrializada de las cinco vitivinícolas que hay en Galicia. De una docena de bodegas que había en la comarca en los años ochenta hemos pasado a nada menos que 200 en la actualidad

Los vinos gallegos  que aquí se cultivan, en una parte mayoritaria se exporta al extranjero, aunque catalanes y madrileños bajan cada año varios miles de litros de la cosecha. Algunos expertos hablan ya de macro producción y si recuerdo lo que me decía por lo bajo Santiago Ruíz creo que el mejor albariño será el de las bodegas que elaboren no más de 200 mil litros por año. De hecho, el que yo tomo más a gusto es el PAREDES, del que mi amigo César no hace más de 20.000 botellas, en su pazo de San Miguel de Tabagón.

Pero volvamos a Meaño, que allí se asociaron tomando como punto de partida la bodega del abuelo Rodrigo Fernández y Raúl Pérez, aquí llegado desde el Bierzo. A ellos se debe el albariño más caro del mercado, el SKETCH, que está envejecido bajo las aguas de la Ría de Arousa, compartiendo espacio con el mejor marisco del mundo.

Acuarela que la Ría de Arousa pinta en Dena (Meaño).

Acuarela que la Ría de Arousa pinta en Dena (Meaño).

De todas formas, me pregunto yo que diría el abuelo de Rodrigo si levantara la cabeza… Porque la mayor parte de los enólogos pasan miles de horas investigando aquellos sus métodos.  Pero, hoy por hoy, entre estos  vinos gallegos de los que te hablo, está el mejor blanco de Europa. ¡No te quepa la menor duda!