galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

CELSA BARJA, POETA.

“SUS VERSOS… TE HABLAN” 

         Celsa Barja es mi feisbuquiana “churrusqueira” y más que ella… créeme… nadie ama la poesía. De sus versos se desprende la quintaesencia de la vida: amor, pasión, fuego, agua, viento, esplendor sobre la hierba, parto, dolor, luz, sombra, sol, lluvia, niebla…

          Tiene una teoría que leí en no sé dónde:

             — La poesía es más antigua que la vida y prevalece sobre la muerte…

           Debe de ser por esto que la mía con los poetas es una relación de amor-odio… Los quiero porque generan la belleza sublime de un verso hilvanando palabras que escapan a mi voz. Y les odio porque, nunca un periodista como yo alcanzará la inmortalidad.

           Celsa sí. Con su voz realza las palabras cuando las recita y sitúa el poema en el origen más ancestral del arte. Celsa Barja alcanzará la inmortalidad, aunque ese libro que le trasladará inmortal por el cosmos aún está naciendo en su mente de poeta.

“A veces soy nómada
anclada en un silencio oblicuo.
Como el olvido, me vuelvo aconfesional.
Otras veces profano estrategias
en altares que patrocina el vacío.”

      Celsa creció con su poesía y vive con ella en el alma. Es su mejor amiga. Por eso vive en un mundo poblado de gente sensible, está llena de ternura y sus versos son un diálogo constante con sus lectores.

       A veces da y a veces pide. Llora, sonríe, vive y sueña con sus versos, a los que ama intensamente y convierte en imprescindibles.

       —  Estamos perdidos de nosotros mismos, engullidos por exigencias, competitividades no productivas. Somos mente y corazón, en equilibrio, y ambas partes necesitan ser alimentadas…

“Háblame con nombres olvidados
ahora que eres horizonte de mi piel,
palabra germinando en mis labios,
asombro infinito en el remolino
de esta sangre que desnuda su pecho.”

         He aquí el espejo en el que se mira la gente sencilla, que es la que se esconde detrás de los árboles del bosque mágico para ocultar su silencio. Ella, Celsa Barja, es la meiga de la palabra. 

          El poeta alza la voz por los que no pueden, lleva las miradas hacia donde no se mira y trasmuta, como un alquimista, lo sórdido y lo injusto en belleza. El poeta es niño para ser sincero y loco para atreverse a ser niño.

          Es ella, genuina poeta nacida como síntesis de la poesía para que la lleve de paseo por el mundo de la intelectualidad y le cuente esas cosas que solo se cuentan hilvanando versos…

 
 “Vuelo en tus manos.
Aleteo que convoca tu mismo vuelo,
plumas de fuego,
como Ícaros de aire que quema,
y labios contra labios ardemos…
 

    — Somos mente y corazón, en equilibrio, y ambas partes necesitan ser alimentadas. La poesía nutre a ambas y hace que el ser humano tienda la mano al otro.

    Te recomiendo un libro: “Espindo un bico”. Y si te anuncian un recital de mi churrusqueira, no te lo pierdas… Su poesía te traspasará siempre entre luces y sombras… ¡Mágicas!

                Ella es… ¡Única!