galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

CORRUBEDO EN SECRETO

Vente conmigo hasta Aguiño para recorrer el trayecto de mar que nos llevará al Cabo de Corrubedo y conocer los secretos que guarda uno de los espacios costeros más atractivos de Europa.

Será un placer para ti, si me acompañas, caminar por la inmensa playa de A Lagoa y adentrarnos por paseos de madera en el espacio natural más hermoso de la península del Barbanza, el Parque Natural de Corrubedo, con su duna móvil y sus lagunas.  

La gran duna de Corrubedo es la de mayores dimensiones del norte de España. Avanza en sentido de oeste a este y posee una interesante muestra de la vegetación costera, propia de este tipo de suelos.

Junto a la duna se encuentra la Lagoa de Carregal, una albufera de 250 hectáreas de extensión, que sufre los flujos de las mareas y se alimenta de los pequeños regatos que bajan de la Sierra del Barbanza. Alcanza una longitud máxima de dos kilómetros y medio. Aquí anidan patos, entre cuyas especies se pueden destacar el alcaraván, la espátula y el aguilucho lagunero. Con paciencia se puede ver alguna nutria.

Cerca de esta laguna podemos conocer la de Montevixán o de Carreira, de agua dulce, rodeada de un espeso cañaveral y en la que descansan numerosas aves migratorias.

Sin embargo, no es el Parque Natural, pese a su interés y belleza, lo que ha cautivado a algunas personas para fijar aquí su refugio para cuatro estaciones. Es la magia que envuelve a este territorio que, dicen, tiene una hora más de luz que el resto ibérico y un atardecer muy especial que solo se pierde cuando el sol llega a América, más allá del horizonte atlántico.

Entre la legión de personas que guardan aquí sus mejores secretos, llama especialmente la atención el nutrido grupo de arquitectos que eligieron este lugar para situar en él sus sueños; y como, con estilos muy diferentes, han sabido encontrar la integración de su propuesta en este territorio de arena y mar, hoy mejor protegido que nunca,  puesto que incluso cuenta con centro de interpretación del Parque.

El primer arquitecto que descubrió Corrubedo como lugar de descanso fue el pontevedrés Alejandro de la Sota (1913-1996). Pero pese a ser uno de los profesionales más cotizados de su época, se limitaba a alquilar una modesta casa para el verano.  

Uno de los más populares arquitectos gallegos de la modernidad, el dos veces distinguido con el Premio Nacional de Arquitectura José Manuel Gallego Jorreto, construyó aquí una vivienda unifamiliar hace ya treinta años. Entonces, este arquitecto coruñés, ya hablaba de respeto a la naturaleza e integración en el paisaje y fue una de las primeras personas que abogó por la declaración de Parque Natural para esta zona.

A principios de los ochenta, Jerónimo Junquera y Estanislao Pérez Pita también construyeron en Corrubedo una casa de vacaciones, mientras el joven arquitecto Oscar López Alba eligió la zona para desarrollar su proyecto de fin de carrera, un edificio de educación medioambiental que resulta como una pieza ensimismada en el espacio más íntimo. 

En el límite de esta zona hoy protegida, a finales de los ochenta, construyó su casa el arquitecto Santiago Seara, que basó su obra en el binomio mar-montaña pero buscando especialmente la luz del sol; levantó una pieza rectangular con amplios ventanales hacia el mar.  

Y el conocido arquitecto inglés David Chipperfield, especializado en adaptar el lenguaje actual a las tradiciones, también construyó su casa en Corrubedo, en la que materiales, volumen y luz ocupan el centro del diseño.

En Corrubedo son muchas las personas que han encontrado su paisaje vital y eso se nota en el respeto al entorno que se aprecia en todas las construcciones.