galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

DANI MATEO

La historia de un payaso al que robaron la sonrisa

Ahora que todos somos por fin sinceros te contaré que yo he quemado una bandera española…

—- ¿Cómo?

La manifa del Metal vigués recorría la calle José Antonio Primo de Rivera -hoy Urzaiz-cuando los grises comenzaron literalmente a mallarnos para rompernos las costillas. Saqué del bolsillo mi arma, el mechero Bic, y le planté fuego a la banderita roja y gualda que llevaba otro independentista como yo.

A lo largo de la dictadura y también en los últimos cuarenta años somos miles los que quemamos la bandera española en protestas populares e incluso en nuestros civilizados estadios. Nadie, que yo sepa, fue a la cárcel por tal agravio a la Patria, como lo consideraban y siguen considerando aún algunos exagerados.

A estas alturas de la película de nuestras vidas, más o menos agraciadas, parece que cambiaron las ideas y también las voluntades. Para mal. Quemar una bandera solo es un gesto de desacuerdo. Nadie declara una guerra así en el siglo XXI.

Que a un cómico se le pretenda encerrar en la cárcel, durante cuatro años, por haberse sonado con la bandera española para hacer una gracia en un  televisivo programa de humor no es más que el resultado de esta locura colectiva en donde la política es un permanente insulto y los derechos una mierda.   

—- Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.

No está demostrado que la frase fuese pronunciada por Voltaire, pero a mí me vale para oponerme a esa legión de bobos que quieren matar al payaso, como si él tuviera la culpa de la desazón que reina en el Estado comandado por los Borbones, que los tenemos a pares.

No habría independentistas en ninguno de los países históricos de la nación de las naciones si el trato que recibiesen, político, económico y social, fuese el que les corresponde como tales.

Y dicho esto, aclaro: me considero un terrícola que nació por suerte en Galicia, que tiene un carnet de identidad español y muchas ganas de que se arreglen los conflictos que nos distraen de los verdaderos problemas. Así que…

Vaya por delante un abrazo para el payaso Dani Mateo con el que me he reído y me seguiré riendo todas las noches que mi tiempo lo permita.

—- ¿Te solidarizas con él?

No solo eso,  ayer me soné con la bandera gallega por si había dudas de la estupidez del gesto y si no subo a la Red el selfie es porque Gloria, mi mujer, se enfadaría mucho. Por lo visto mi perfil ya no es nada bueno y tengo el pelo revuelto, sin peinar, a lo poeta arruinado.

Además, he enviado una carta a la dirección de La Sexta para que vean esos señores tan mandones que, detrás de Dani, estamos mucha gente razonable que nos gusta que tomen a guasa esta política de absurdos e ineptos. Somos gente que simplemente queremos volver al estado de bienestar que nos robaron y mientras tanto, queremos reírnos hasta de nosotros mismos.

Además, les advierto a esas marcas tan patriotas que retiraron su patrocinio a Dani: quienes le apoyamos dejaremos de consumir sus productos en señal de protesta por hacer caso a los que radicalizan un acto de humor.

Dani Mateo es mi cómico de la semana y aunque él no lo sepa, los dos nos hemos reído juntos muchas veces, que dice mi médica, Jovita, que…

—- Lo realmente sano es reírse. Reírse mucho, hasta de uno mismo.

Lo que es demencial, malísimo para la convivencia y generadora de odio es la actuación de esa tropa que saca de madre una mera payasada y la convierte en un atentado contra valores que no estoy seguro de que existan.

A lo que no hay derecho es a esto:

—- Llevo unos días muy mal porque ha sido muy fuerte. Recibir amenazas, mi familia, mi chica, yo, las empresas con las que trabajo… Muchos me pueden acusar de ingenuo pero no supe prever la dimensión. Cuando yo recibo ese sketch, sinceramente, lo veo gracioso. Y lo sigo viendo gracioso porque entiendo que es un sketch que denuncia lo caldeados que están los ánimos.

Yo también lo veo gracioso y me encanta su defensa del humor…

—- Intento hacer estas cosas porque yo creo en un país en el que se pueden seguir haciendo estas cosas y creo que el humor es un bálsamo que permite que no nos matemos.

Espero y deseo que la sensatez del titular del juzgado número 47 de Madrid no tenga en cuenta la acusación fiscal de un delito de ofensas o ultraje a símbolos de España o sus Comunidades y mucho menos el delito de odio que denuncia la organización Alternativa Sindical de Policía…

—- Oye… ¿Estos últimos no estaban para otras cosas?

Sí, o eso parecía. Es que España se ha convertido en una guardería infantil en donde aún no superamos el “caca-culo-pedo-pis” y la gente da rienda suelta a su indignación con pasmosa facilidad.