galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

EL PULPO, NUESTRO EMBAJADOR

Tiene el pulpo un cerebro muy desarrollado, incluso inteligente. Por eso el hombre toma apodo del sabroso cefálopodo para destacar sus cualidades…

Y es gallego y americano. Como los protagonistas de aquel éxodo hacia el Nuevo Continente.

“El Pulpo” fué el mejor tanguista argentino nacido en “Caminito”, pero hoy también presta su nombre a un popular grupo de rock colombiano de Cali.

A muchos porteros de fútbol, incluso de béisbol, les dijeron pulpo por sus proezas deportivas…

Y varios pulpos se alinean en un mariachi de “Kure kure takora” -o lo que es lo mismo “Dame pulpito”-, que es también la más popular serie infantil japonesa. ¡Será porque los japoneses se los comen crudos!

Aunque lo más sorprendente del pulpo es su pasión por la política; cambia de chaqueta según su estado de ánimo: es azul si está excitado, rojo cuando está furioso y adquiere una blanca palidez cuando tiene miedo…

En el mundo, dicen las cifras oficiales, tenemos los gallegos más de 300 embajadas levantadas en honor de la Tierra para loor de sus más sabrosos productos gastronómicos, del folklore y de la cultura. Se las debemos a quienes emigraron con cuatro cosas metidas en una maleta y, por supuesto, con la receta del pulpo.

Decía Cunqueiro que el mejor pulpo se comía en un local de Buenos Aires, porque allí lo mimaban más que en la cocina del obispo de Mondoñedo.

El pulpo vivo es de la Ría y el pulpo a feira do Carballiño. Es animal marino pero sin embargo nació como plato típico en el interior. Y esto sucedió  hace casi nueve siglos.

Su original receta se la debemos a los monjes de Oseira que cobraban en pulpo los tributos del Priorato de Marín. Por eso nació el pulpo estilo Oseira que en O Carballiño se convirtió en pulpo a feira. 

Las ferias de ahora poco tienen que ver con la venta de ganado y los productos del campo y sí tienen más de grandes almacenes al aire libre. Pero entre la antigua feria y el mercadillo actual hay algo común: la imagen de la pulpeira cortando el pulpo cocido en recipiente de cobre con leña de carballo, al pie del tenderete.

El pulpo a feira sigue siendo sabroso y apreciado manjar en las fiestas de hoy. El más famoso es el que se toma en Lugo, durante el San Froilán, en donde las casetas del pulpo son la parte más esencial de la celebración.

El pulpo habita en todas las rías gallegas, en las Altas y en las Baixas, pero gozan de especial aprecio los de Mugardos, en la Ría de Ferrol, y los de la Illa de Arousa.

En la Ría de Arousa el pulpo vaga por el paisaje submarino que hay bajo las bateas, caminando sobre sus tentáculos detrás de los más sabrosos crustáceos. Al pulpo también le gusta el mejillón.

Bajo el agua impone su fuerza y su diseño biológico, pero hay muchos modos  de pescarlo. De noche nos lo pone más fácil porque sale de caza.

Lo tradicional en la Ría de Arousa es utilizar nasas. Como para la mayor parte de los mariscos. Y así lo hacen los buenos marineros dominadores de las viejas dornas, que son los que abastecen a las tabernas y a los restaurantes de la Illa.

Dicen que este pulpo es el más sabroso porque es el que mejor se alimenta. Lo hace a base de almejas, berberechos, vieiras, nécoras y otras delicias de este mar que también comemos los humanos.

Y si nos embarcamos con los pulpeiros no solo viviremos la aventura de la pesca sino que descubriremos las postales más bellas de esta ría.