galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

ELISARDO BECOÑA

SI QUIERES DEJAR DE FUMAR CUENTA CON ÉL

 

      Elisardo Becoña es, sobre todo, una persona excelente. He tenido oportunidad de conocerle hace ya mucho tiempo y me transmitió siempre, en todos nuestros encuentros, ese “savoire faire” que solo poseen los muy sabios, que son los que humildemente adquieren el conocimiento para servir a los demás.

     Porque su obra personal va mas allá de su labor como Catedrático de Psicología Clínica en la Universidad de Santiago de Compostela. Becoña ejerce, además, una especie de apostolado en contra de todo tipo de adicciones y es mucha la gente común que le debe la vida. Él es el autor del programa para dejar de fumar que hace ya 28 años puso en marcha la USC.

    —- El tabaco mata a diez personas cada día en Galicia

    Cuando me lo dijo fumaba yo dos cajetillas y media del peor y más dañino de los tabacos negros que venden los estancos,  cínicamente autorizados por un Estado que saca una tremenda tajada del consumo, pese a las leyes prohibicionistas que ha puesto en marcha en los últimos tiempos, protestadas por unos y alabadas por otros.

     Su sentencia me acompañó cierto tiempo hasta que una mañana, después de un ciento de toses, me miré al espejo y me dije…

     —- Xerardiño, si segues fumando morrerás por parvo.

     De esto hace mucho más de una década, el tiempo que hace que no fumo. Se lo debo, no al método, pero sí a Becoña y los consejos que aquel día me dio en la tele, mientras esperaba conmigo que le entrevistara Nazaret López en un “Parladoiro”.

     —- Es que la gente no solo se mata fumando sino que además contribuye a que otros mueran. Los periódicos están llenos de esquelas de personas que “dejaron de fumar” activa o pasivamente.

     Elisardo Becoña no solamente trabajó durante media vida en la aplicación de su método contra la adicción al tabaco, sino que además fue su gran divulgador. Buen comunicador, experto de los claros y concisos, lleva desde 1984 siendo el especialista favorito de los medios de comunicación. Su labor divulgativa ha sido y sigue siendo extraordinaria.

      —-  No es tarea fácil convencer a una sociedad tan viciada como la nuestra de que hay que romper con el tabaco…

      —-  Al principio sabíamos solo que nos acompañaba la razón y que deberíamos de hacer algo para evitar que la gente fumara. Luego trabajamos en el programa y cuando pusimos en marcha el método nos sentimos gratamente reconfortados por el resultado.

      —-   Eso suena a éxito…

      —-  Sí, es posible. Pero aún hay gente a la que le cuesta mucho asumir que estamos trabajando contra la primera causa evitable de muerte. Los que mueren como consecuencia del tabaquismo es porque tienen más enfermedades: bronquitis, gripes, cáncer, problemas vasculares. Todo cuanto se haga siempre será poco.

      Sin embargo algo ha cambiado en el horizonte: no se puede fumar en los locales públicos, ni en el trabajo; la ley protege al no fumador…

      —- ¿Son medidas suficientes?

      —-  Son logros muy importantes, pero no acaban con él problema. Llevamos veinte años sacando distintas leyes, pero harán falta otros veinte para llegar a un control completo. Alguna normas vienen dadas porque la población las demanda y otras porque Europa y la OMS las exigen.

      A la “industria” tabaquera no le conviene la gente como Becoña, porque les hace perder volumen de un negocio muy lucrativo. También me parecía a mí que el Estado dejaba de ingresar impuestos…

     —- No, porque sube el precio del tabaco y los impuestos; así compensa lo que pierde al disminuir el número de fumadores. Los impuestos del tabaco deberían dedicarse a labores preventivas. Tenemos una gran sensibilidad con las muertes en la carretera, pero cuando mueren diez personas al día en Galicia por enfermedades debidas al consumo de tabaco no nos preocupa…

     A mí me parece que Elisardo Becoña no solamente es un buen profesor sino también gente admirable e inteligente. Y es la persona más beligerante contra el tabaquismo que he conocido en mi vida. Más incluso que mi abuela, que ya en sus tiempos le decía a mi padre…

     —- Luís, vete a fumar a la calle que los demás no queremos tragar el humo de tu cigarrillo…

     A mi padre no sé si lo “retiró” del tabaco mi abuela o el puto Parkinson que le amargó los días finales de su vida.

     Si aún fumas, vete a ver a Elisardo Becoña. Te ayudará a dejarlo… y a prolongar tu vida.