galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

EN CAMPAÑA

Feijóo, O Noso Presidente, le había dicho el jueves a los gallegos nacidos en Argentina que se vinieran para Galicia, que aquí las cosas están mucho mejor que allá y que la Xunta va a facilitarles el cambio. Creo que es la primera vez que escucho tal invitación. Espero que no caiga en saco roto, como tantas promesas de unos y otros, que aún no han sido capaces de unirse para que se suprima esa vergüenza llamada voto rogado.

Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, regresó a tiempo para asistir a la reunión de la ejecutiva del Partido Popular a nivel nacional, en la que Pablo Casado presentó a sus colegas la idea aznariana de “España Suma”, que pretende una candidatura única de centro + derecha + extrema derecha.

Es decir, lo que pretende Casado inspirado por Aznar, no es otra cosa que un “Frente Nacional” a la vieja usanza que sitúa tal ocurrencia entre la basura ideológica. Por fortuna para los militantes del PPdeG, hace ya dos semanas que Feijóo se desmarcó de tan antiguo movimiento.

Los abascales no ven mal la propuesta pero los ciudadanos de Rivera han contestado ya que “pactos los justos y después del recuento”.

A mí me da la impresión de que algunos partidos, por no decir todos, más que afinar las estrategias, están afilando los cuchillos. Nadie habla de programas y eso significa que nadie va a tratar de convencer al electorado, sino que intentarán herir a sus rivales hasta que se desmoronen en la batalla final.

Sin embargo, la clave de estas elecciones no nos la dará la campaña en sí sino la cifra final: si el PSOE consigue alcanzar el 35% de los votos se acabó la guerra y Sánchez “El Superviviente” habrá desmentido por cuarta vez a quienes le dieron por defenestrado tres veces: cuando ganó a Susana Díaz en las primarias del partido, cuando se convirtió en el primer presidente español que llegaba al cargo tras una moción de censura y cuando dobló en votos a la derecha en su primera confrontación electoral.

Lo que parece claro es que Pedro Sánchez sigue siendo el actor principal de esta película muy por encima de Pedro Casado. Y todos los demás, vuelven a ser actores secundarios.

La amenaza más grande en las elecciones del 10N para Sánchez, más que para ningún otro líder, será la abstención.