ENTRE GALICIA E IRLANDA
Aquellos celtas, desde Irlanda, navegaron un mar para descubrir un océano. Un mar Cantábrico que en la Costa de Galicia esculpe con su ímpetu estatuas de piedra; y un océano Atlántico que se deshace en la calma de la serena playa de las rías.
Los celtas de Irlanda descubrieron aquí la esplendorosa hermosura del paisaje y la sal elemental de la vida marinera. Y compartieron cultura con los nobles pueblos galaicos.
Hubo una generación errante de celtas irlandeses y otra de galaicos emigrantes. Ambas, atravesaron océanos en busca de la vida. Por eso, entre Galicia e Irlanda hay una autopista marinera que aún nos une en la modernidad.
Por ella navegan hoy los sueños comunes a ritmo de gaita.
La Unión Europea es quien impulsa el transporte marítimo de corta distancia, como alternativa al tráfico de mercancías por tierra, de mayor coste y más contaminante. Galicia ocupa un lugar estratégico en este proyecto, que, desde el año 2005, lideran ya los puertos de Vigo y A Coruña, con fuertes inversiones.
El objetivo próximo es crear una autopista del mar entre Vigo, A Coruña y Cork, que también favorecería a puertos como Leixoes, en Portugal, o La Rochela, en Francia.
La autopista del mar se concretaría en una línea marítima de alta frecuencia, regular, para todo tipo de tráfico de mercancías e incluso de pasajeros.
De hecho, entre la Irlanda y la Galicia de la modernidad ya existe una autopista del mar, abierta al tráfico de pescado fresco, entre diferentes puertos de uno y otro país.
Y otra autopista marítima es la que utilizan cada año más de doscientos grandes buques crucero, que hacen escala en los puertos gallegos de Vigo, A Coruña e incluso Ferrol y Vilagarcía de Arousa.