galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

ENTRE LA SIERRA Y EL RÍO

Los caminos que de aquí partían eran de piedra, como el lecho geológico del Navea, creador del paisaje de agua que supera el gran cañón.

Eran vías que conducían a la Roma Augusta hace más de dos mil años y cuyas huellas quedan aún sobre el río o al pie del sendero, que hoy es turístico.

San Xoan de Río nos muestra la prospera antigüedad de la Tierra, escrita en las losas de la vieja calzada que hoy llamamos, curiosamente, Vía Nova.

Pero sigue siendo el agua quien da movimiento al paisaje, para descubrir en cada tramo un nuevo rastro de la belleza.

La encontramos en el espacio de la fraga ribereña, entre árboles de impredecibles raíces milenarias.  Y en la fuerza del Navea, cuando discurre por la perfecta obra de la naturaleza.

En medio de tanta hermosura también hay una vieja aldea confundida entre el pasado y el presente, marcados por el esfuerzo revitalizador de los que aún están ausentes de esta su nativa patria.

Su territorio desciende desde la Serra de A Moa hasta el río Navea, formando una profunda y hermosa  quebrada hacia el sur. Hasta aquí llegas mejor desde Ourense por la carretera de Manzaneda, entre Castro Caldelas y Poboa de Trives. Habitan aquí 800 almas, la tercera parte de los que viven en los principales focos de la emigración gallega a América.

Los emigrantes fueron la cara y la cruz del municipio. La cara porque trajeron riqueza y la cruz porque San Xoan de Río perdió, cuando se fueron, a sus mejores hombres y mujeres.

Hasta tal punto tiene importancia el fenómeno de la emigración en este ayuntamiento que en los primeros días de agosto celebra su principal fiesta de verano en homenaje a quienes vuelven a casa, aunque solo sea de vacaciones.

Las pequeñas aldeas buscaron las cabeceras de los regatos que nacen en la sierra, porque la influencia del sector primario es decisiva aún en su economía.

El ganado vacuno y el ovino son excelentes y gozan de pastos naturales extraordinarios en explotaciones que, en un ochenta por ciento, son de extensiones superiores a las cinco hectáreas.

Pero el entorno natural es, sin duda, el mayor patrimonio de San Xoan de Río. Todo cuanto rodea a los pueblos de este municipio invita al contacto con la naturaleza, a caminar y a seguir las sendas que nos conducen de la montaña al río.

La sierra se extiende desde A Moa hasta o Cerengo, con las cumbres de O Seixo y de O Castrelo presidiéndolo todo desde altitudes superiores a los mil metros. Los miradores nos sitúan al borde de bellos precipicios, que el agua de los regatos salva saltando en cascada, antes de alimentar al Navia.

En los montes de Cabanas todavía se aprecian los “cuévanos”, que son las huellas de las antiguas minas de oro, que los romanos explotaron.

Hay una ruta que no podemos dejar de seguir, la de A Fraga, uno de los más espectaculares bosques autóctonos de Galicia. En él destacan los soutos de castaños, con ejemplares bicentenarios armónicamente mezclados con los carballos y los abedules.

Dicen que esta fraga, por su flora,  es el encuentro de dos mundos geográficos muy diferentes, el atlántico y el mediterráneo.

Pero si algo caracteriza el paisaje de San Xoan de Río es el Navea. Las laderas del cañón del Navea están plagadas de castaños y carballeiras, y es de una gran belleza el conjunto que conforma el río, cuando anchea en el embalse de Guístolas y aún más abajo de este, siguiendo su curso hasta que se entrega al Bibei, poco antes del embalse de Montefurado.

Fraga y río merecieron la calificación de Monumento natural por su singularidad y belleza. El Navea baja encajado en todo su recorrido por el municipio para crear uno de los más profundos cañones del relieve de Galicia. En su recorrido lucha contra el más duro material geológico compuesto por micacitas, granito y granodioritas.

Además este Navea es sobre todo uno de los ríos mejor conservados de España y tal vez de los de mayor riqueza piscícola. Sus truchas son únicas y muy apreciadas por los pescadores de todo el país.