Esta oposición dura que prometía el PP, que ya se ha cargado a Máxim Huerta como ministro, va ahora a por otro. Por lo visto, según Teodoro García Egea, portavoz adjunto en el Congreso del grupo Popular, el ministro de Agricultura Luís Planas está imputado en una causa por uso ilegal de los acuíferos de Doñana cuando era consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía entre 2009 y 2012. Y claro, tendría que dimitir. O él o el presidente Pedro Sánchez, claro. Nada menos.
Tienen tanta prisa por derribar al gobierno socialista que en su afán de denuncia que algo salpica ni contrastan esas informaciones que les llegan desde algunos despachos de meritorios pacientes que ya están esperando el día de mañana, cuando Feijóo sea presidente… si es que llega.
Porque resulta que la Fiscalía de Medio Ambiente de Huelva, que tiene preparado el escrito de acusación para el juicio de los acuíferos, desimputó a Planas porque “no aprecia delito alguno en su actuación”.
El tema no pasará más allá de una simple anécdota pero han puesto tan caro eso de ser ministro que cuando llegue Feijóo a la Moncloa, si es que llega alguna vez, va a tener que importarlos.
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