galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

FERNANDEZ TOXO, LIDER SINDICAL

YO CREO QUE RAJOY Y TOXO TIENEN “SENTIDIÑO”.

—-   Pero en España hay también “bisindicalismo”

—-  No es cierto. Hay tres sindicatos nacionalistas fuertes y algunos sectoriales de gran importancia en sus empresas, además de la UGT y de Comisiones…

—- Entonces… ¿Por qué no salen nunca en la tele pactando con los empresarios? ¿Y dónde está la vieja CNT tan histórica como los dos sindicatos considerados mayoritarios?

Esta conversación sucede alrededor del café de la mañana entre el periodista y un viejo luchador de aquellas Comisiones Obreras contra la dictadura…

Al aún sindicalista ya no le quedan respuestas a la vista de la que está cayendo y divaga.

—-  ¿Para qué sirven hoy los Sindicatos?

—-  ¡Hombre! ¡Para defender a los trabajadores!

—-  ¿No crees que sois la correa de transmisión de los partidos?

—-  El tener afinidades políticas no significa sumisión sindical.

—- Pero si los partidos hablan de “refundación”, palabra muy de moda estos días… ¿No habría que refundar también el sindicalismo?

Yo nunca me afilié a ninguno pero sí estuve al lado de todos los sindicatos, en aquel tiempo en el que cumplían ese mandato sagrado de defender el cocido de los trabajadores de este mi país. Apoyaba sus manifestaciones e incluso fui detenido por la policía franquista en alguna de ellas.

Luego, con el tiempo, hube de negociar convenios con sus comités desde el otro lado de la mesa. Y tuve un tremendo respeto por aquellos líderes, algunos de ilustres apellidos, con los que siempre llegamos a un acuerdo. A un acuerdo justo que desembocaba en un buen clima laboral…

De aquellos tiempos pretéritos, en los que yo era realmente un periodista de a pié, viene el actual secretario general de Comisiones Obreras, el sindicato mas implantado en la España de la crisis.

A Ignacio Fernández Toxo, gallego de Ferrol, le conocí en sus tiempos de Bazán, de líder del metal despedido y encarcelado en los salvajes conflictos del 72, cuando los astilleros gallegos estaban en pie de guerra porque también había una crisis de por medio.

Los trabajadores de Bazán se salieran, ya entonces, del sindicato vertical y solicitaran la firma de un convenio colectivo al margen de las factorías de Cádiz y Cartagena. Fueron a la huelga y se manifestaron el 10 de Marzo por todas las calles ferrolanas…

El final… fue trágico, porque la policía atacó a los trabajadores y aquella lucha desigual terminó con los obreros Amador Rey Martínez y Daniel Niebla García, muertos por los disparos asesinos de los agentes del franquismo.

¡Aquellos sí eran tiempos difíciles…!

MONUMENTO AL 10 M EN FERROL

Creo firmemente que Ignacio Fernández Toxo fue un líder revolucionario dentro del astillero, un líder clandestino cuando salió de la cárcel y un gran líder estatal cuando sus compañeros le pusieron al frente de la poderosa Federación del Metal de Comisiones Obreras, base de su actual jerarquía al frente del que pasa por ser el primer sindicato español.

Y en estos tiempos, en los que se negocia un futuro de rebajas, es más líder que su compañero de foto, Cándido Méndez, el número 1 de la UGT. Lo es por ser gallego, como el próximo presidente español, Mariano Rajoy.

Porque ambos los dos, Rajoy y Toxo, tienen eso que por aquí llamamos “sentidiño” y no alborotan el gallinero en el crítico momento en el que las gallinas, -las empresas-, han de poner sus “huevos”.

Fernández Toxo sabe muy bien que la primera preocupación de los españoles es el paro, la gran tragedia; y que ya no valen los métodos sindicales de aquella Bazán franquista, de huelga y manifestación con muertes.

Sabe que se precisa una reforma laboral… aunque duela.

Y sabe que estos sindicatos no tienen futuro sin refundación…

Yo creo que pese a quedarle dos telediarios para los sesenta, Ignacio Fernández Toxo puede ser, otra vez, líder. Sí, el gran líder. El de esa refundación que precisan los sindicatos.

Porque tiene sensatez y ya logró la desaparición de aquellos “corralitos” que había en Comisiones Obreras, aquellas “zonas de exclusión” que estuvieron a punto de condenar a muerte al sindicato, algo que sí ocurrió en su día en el Partido Comunista de España, su formación afín; y ya ves donde está, jugando en el Congreso dentro de una coalición política de segunda “B”, incapaz de aglutinar a la gente de izquierdas.

Mientras Cándido Méndez, su compañero de viaje, dice que “una reforma laboral no es el camino”, Fernández Toxo suaviza a la gallega las formas y matiza a la CEOE

—- La reforma en el mercado de trabajo no es lo más urgente…

Aunque en el fondo esté de acuerdo con Mariano Rajoy, presidente español dentro de unos días.

Porque yo creo que apoyará un nuevo tipo de contratos laborales y sobre todo la estructura de la actual negociación colectiva, obsoleta según todos los especialistas.

Para Toxo, eso  no quiere decir desmovilización sindical, solo reformas de cuyo buen resultado responsabiliza a los empresarios que…

—- Deben articular un discurso que ilusione a la sociedad…

¿Sabes lo que único que no me gusta de Fernández Toxo? ¡Que se siga sentando en un par de consejos de administración! ¡El árbitro nunca debe de entrar en el vestuario de los equipos!