Fruime y Silvarredonda

La ascendencia celta

“Desde que tengo uso de razón escucho y disfruto de historias y vivencias de las aldeas donde nacieron mis padres, allá en Galicia.

Mi padre me contaba cosas muy hermosas de aquellos sus lares.

Creo que aún tengo familia en Silvarredonda (donde nació mi papá) y Fruime (donde nació mi mama), ambos del  concello de Lousame …”

(Graciela Ochoa Chisca.  1965. Buenos Aires.)

Fruime, excelente mirador de la Ría de Arousa.

Sus orígenes, Graciela, están en lo que se conocía como el Valle de Quintáns,  al pie de la sierra del Barbanza;  y aunque el municipio de Lousame no tiene mar sí se alcanza desde sus miradores la belleza de dos rías, la de Arousa y la de Muros-Noia.

El Monte Iroite es el más mítico y legendario de este municipio, de ascendencia celta, al que la historia cita como Lausamia, porque abundaban las piedras llanas de gran tamaño.

Tal vez por la cercanía de dos rías, la capital municipal se llama Portobravo,  a escasos ocho kilómetros de donde nació su padre, Silvarredonda, una pequeña aldea que aún conserva su encanto inicial.

Por estos lugares correteaba su padre de niño y de jovencito aunque ya por entonces comenzaba la gente a marchar en busca de mejor fortuna.

La emigración es mas acusada cuando cierran las minas de San Finx, que están en la cercanía de Silvarredonda.

Fruime es una de las siete parroquias de Lousame, está al sur del municipio y es eminentemente agrícola y ganadera, aunque antiguamente tuvo cierta importancia por su artesanía manufacturera, sobre todo por sus telares.

Tanto Fruime como Silvarredonda son dos hermosos pueblos rodeados de un entorno natural magnífico.

Silvarredonda, en el Val de Quintáns,  verde sobre otro verde.