galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

GALICIA ES MÁGICA… NATURALMENTE.

Cuando sentimos el murmullo del agua a la sombra de centenarios árboles, este jardín nos parece el onírico lugar de la calma. Es como pasear por el edén y gozar el placer que nos brinda la atmósfera húmeda que envuelve la aldea global de la noble Galicia. El tiempo de otoño nos marca el ritmo, la calma, y pone luz a la paz sobre la que descansa la mente…

Aquí, en este jardín, solo hay que mirar y escuchar para sentir la presencia de otras almas paseando por el paraíso.

El hechizo del otoño está en la Tierra y en el cuadro arcoiris, policromático, generador del paisaje que provoca la más sublime admiración. Cuando se habla de la magia de Galicia, de sus meigas y meigallos, de sus druidas y merlines, hay que entender que si Galicia es mágica… lo es sobre todo por su naturaleza.

Porque es en el entorno natural en donde suceden todos los milagros y donde se cumplen los sueños. Y es en este ambiente en donde, si es que los hay, habitan las meigas, las hadas, los duendes y hasta los pequeños gnomos.

Si gustáis… acompáñadme para hacer turismo cultural y descubrir el por qué de lo mágico. A ver…

Procuremos los círculos donde los pueblos galaicos desarrollaron su vida.

Subamos a los montes sagrados donde quedan restos del templo en el que los romanos hallaron el Ara Solis.

Acompañemos al peregrino por la senda xacobea, de románico en románico.

Descansemos el Camino en el viejo monasterio donde aún cantan viejos monjes sabios.

Subamos a la atalaya magnífica de la fortaleza fantástica, que alza su torre del homenaje por encima de la cumbre y de la villa…

Ya ves. Son maravillosas rutas de otoño, estas que te propongo, para descubrir la magia de Galicia que, recuerda, está siempre en su entorno más natural.

Desde el castro y desde el monte sagrado se contemplan nuestros dos mares, que nos trajeron varios Cristos cruficados, alguna virgen y el cuerpo del Apóstol.

Por el Camino nos salen al paso soutos con frutos de castaños, para que las meigas preparen sus brebajes.

El monasterio se mira en el espejo del gran río, aunque hay otros cenobios que emergen desde el bosque encantado, donde está la casa del gnomo.

Al final, detrás de cada uno de nuestros monumentos, como telón de fondo, hallaremos un paisaje diferente. Por eso se habla mucho y bien se dice que Galicia es mágica… naturalmente.