galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

HABLANDO DE FÚTBOL

Yo soy de este Celta de segunda cuyo presidente también se llama Mouriño

— Ya ves. Este país es Babia. Estamos llegando a los cinco millones de parados y a la gente lo único que le importa es esa serie de partidos de fútbol que disputaron los dos clubs mas prepotentes del mundo, estos días.

— Bueno, eso lo dices tú porque eres del Celta…

— Sin ánimo de ofender. Son prepotentes por presupuestos –intolerables en plena crisis- y también porque desprecian a los demás equipos que, en su modestia, a veces incluso les ganan…

— Muy pocos…

— Un solo jugador del Madrid o del Barsa cuesta más dinero que toda la plantilla de un equipo como el Hércules, vencedor de los catalanes; o el Sporting de Gijón, vencedor del equipo más caro del mundo, el Real Madrid. Ambos “modestos” ganaron en los estadios más grandes de Europa, el Nou Camp y el Bernabeu.

— Es futbol y puede pasar cualquier cosa…

— Lo que no se puede permitir desde un gobierno es que un señor que percibe 14 millones de euros al año pague de impuestos el 22%, mientras un trabajador medio que cobre más de 36.000 euros tributa el 32 por ciento de su salario, es decir, más de la tercera parte de lo percibido. Algunos futbolistas en España son una especie protegida.

— Por eso esta es la mejor Liga del mundo…

— Con los clubs más endeudados del mundo, es una competición adulterada porque no hay límite para el gasto y, como dicen los economistas, el rico se come al pobre.

— ¡Así es la vida!

— Pero el futbol debiera de ser de otra manera: un mismo presupuesto máximo para todos daría como resultado un juego equilibrado y una Liga más emocionante, que no fuera cosa de dos, como ocurre en los demás países del área europea.

— Pero España es la Campeona del Mundo…

— Porque, como algunos países, aún no aprendió a pronunciar la tan manida frase: “Hay vida más allá del futbol”.

Otra cosa:

El futbol vive hoy de la televisión. Todas las cadenas se esfuerzan por ofrecer futbol al precio que sea. Y pagan auténticas burradas por los derechos de retransmisión, con lo que la industria creada en torno al mundo audiovisual ve sensiblemente mermados sus ingresos y por lo tanto, en vez de generar empleo, lo reduce al no tener carga de trabajo.

— Bueno, esta es una situación de crisis… que beneficia a los futbolistas.

— Sí, a los futbolistas ricos. A los de tu Barsa y a los de su Madrid. Porque ambos clubes se llevan nada menos que el 50% por ciento de los ingresos de los derechos por televisión. Los otros 18 clubes restantes de la “Liga de las Estrellas” se llevan un 40% y lo que resta, ese modestísimo 10%, se lo reparten los 22 clubes de Segunda División. Las miserias que pagan las televisiones de las Comunidades Autónomas las recogen los clubes de Tercera División…

¿Te parece justo todo esto? ¿No adultera la competición tan abismales diferencias?

— Bueno, se ven cosas peores en la política… A mí quien me parece que adultera las competiciones es Mouriño…

— Mouriño no adultera la Champions, como quisiera, pero sí es responsable de las escenas violentas que vimos en los dos últimos partidos… Y a mí me recuerda mucho a Bilardo, aquel entrenador argentino que gritaba desde el banquillo…

— ¡Pisalo! ¡Pisalo!

Afortunadamente no volvió a entrenar en España, aunque creo que fue un “brillante” ayudante de Maradona en el Mundial de Sudáfrica… ¡Así le fue!

— Entonces… ¿Tu qué crees que le debiera pasar a Mouriño tras tanta provocación?

— Seguro que eso que llaman “madridismo” está encantado con un entrenador que juega al empate, pierde por dos goles y provoca a todos los estamentos del futbol desde su trono, ese al que le aupó la “forofa” prensa de Madrid, que ahora tanto le critica.

Yo le castigaría, por bocazas, a estar sin hablar en los medios toda su vida…

— ¿Y a los violentos?

— Si soy la UEFA los sancionaría con lo máximo previsto por la ley de la competición. Y como tengo memoria, me gusta recordar que Pepe, gran futbolista y gran pegador, ya estuvo sancionado en España tres meses, por un patadón similar al que propinó a Alves, ese que aún discuten algunos si era merecedor de roja o amarilla…

— ¿Quién crees que va a ganar?

— Eso es otra cosa. Ganar no es lo que importa. Tu Barsa, cuando menos, transmite otros valores deportivos, nada comparables con los de José Mourinho y el tal Pepe…

(Extracto de conversación entre mi mujer, Gloria, fiel seguidora del Barsa a pesar de haber nacido en Marín y un servidor al que le preocupa mucho que le distraigan demasiado con esto del fútbol)

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