INÉS PRADO ES LA “GAMBITO DE DAMA” GALLEGA
He terminado de ver “Gambito de dama” y tampoco esta vez me enganché al ajedrez. En Galicia, este juego que algunos aún llaman deporte, tiene pocos seguidores me parece a mí; porque en setenta y siete años de trotamundos solo conocí a un apasionado del asunto, mi cuñado el Dr. Mato, ilustre pediatra y puericultor que ejerció hasta que pudo en la ciudad donde más crecieron mis aficiones juveniles, Ourense.
Durante un curso de mi bachillerato viví con él y con mi hermana en un piso del Parque de San Lázaro que habían alquilado de recién casados. Fue en ese tiempo cuando se empeñó en enseñarme a mover peones, alfiles, torres y caballos para llegar al famoso jaque mate. No conseguí aprender y con toda crueldad de cuñado me dijo desistiendo en el empeño:
—- Es que el ajedrez es un juego solo para inteligentes.
Tenía unos trece o catorce años y desde entonces odio el ajedrez.
Su lentitud me cansa y por eso agradecí la rapidez con la que Beth Harmon despachaba a sus rivales en la miniserie de moda. Por creer que la historia iba de ajedrez pasé del libro de Walter Tevis y estuve a punto de hacer lo mismo con el trabajo de Scott Frank y Allan Scott… pero el buen gusto de mi mujer a la hora de distinguir lo bueno de la borralla, me mantuvieron siete horas pendiente del plasma, hora a hora, durante siete noches.
Como trabajo audiovisual no he puntuado “Gambito de dama” más allá del aprobado pero si le otorgué un sobresaliente alto a la actriz Anya Taylor-Joy, la protagonista de esta obra, no exenta de originalidad, que ha despertado un inusitado interés en el país.
Aquí tenemos también nuestra “Gambito de dama”. Se llama Inés Prado y es campeona gallega, la única mujer que se impuso a los demás jugadores, la mayoría varones, en el Campeonato Gallego de Ajedrez categoría absoluta. También fue la primera en ganar un torneo en España. Ella sí se enganchó a la serie porque le tira el ajedrez…
—- La vi y me contaron que provocó muchas búsquedas sobre cómo aprender a jugar.
Por lo de pronto comparte con Beth Harmon la dificultad de competir en un mundo de hombres…
—- Las mujeres somos minoría claramente en el ajedrez. El año que gané el campeonato gallego, éramos cuatro jugadoras de 74 participantes. Y hace poco leí que el número de federadas en España era inferior al 10 %. Lo que pasa es que ese porcentaje, la diferencia de participación de chicas y chicos, no se nota tanto en edad escolar. Es a partir de los 13 años, más o menos, cuando muchas lo empiezan a dejar.
La escasez de mujeres en el mundo del ajedrez es triste porque –dicen ellas, las ajedrecistas- “es un deporte donde se impone el machismo”.
En el ranking gallego, las tres mujeres más conocidas son Mireya Represa, Ana Belén Seijas e Isabel Monteagudo, que en el campeonato acabaron en las posiciones 16, 63 y 68 de 74 participantes. La Federación Gallega cuenta con 4.000 licencias de las solo 700 pertenecen a mujeres.
Inés Prado tiene 23 años, estudia Ingeniería Química y el ajedrez es solo una afición que no piensa abandonar. Aprendió a jugar con su padre y luego se apuntó a clases extraescolares en el colegio Mercedarias. Fue pasando por los clubes Grupo Bazán, Círculo Ferrolano de Ajedrez, Xadrez Padrón y actualmente milita en el Club Xadrez Rianxo. En el 2013 ya fue fue subcampeona de España sub-16.
Nos da las claves para triunfar en este juego:
—- El ajedrez pide estudio previo, mucha concentración, y mucho esfuerzo. Hay que tener en cuenta que las partidas suelen durar unas cuatro horas.
El mero hecho de jugar tanto tiempo, sentados, sin moverse, ya resulta inquietante…
—- Pero desde dentro es increíble, el tiempo se me pasa enseguida.
Según Inés…
— Todo influye en una partida de ajedrez, desde la base teórica que hay que tener respecto a las aperturas hasta conocer los finales históricos, pasando por hacer ejercicios de cálculo y utilizar las partidas de grandes jugadores para quedarte con planes estratégicos. Es una combinación de cosas.
— ¿Y eso de que es un juego solo para los muy inteligentes de dónde viene?
— La intuición tiene su peso y es importante estudiar tus propias partidas al final, para no repetir errores.
Inés Prado tuvo como maestro al ruso Boris Zlotnik pero no tiene un patrón de juego previamente definido…
— Las que deben interesarte son las partidas por sus planteamientos no por quienes las hayan jugado.
Inés admira a Judit Polgar, la mejor jugadora de la historia, considerada la gran maestra…
— Cuando gané el Campeonato Gallego me hizo mucha ilusión que compartiera la noticia en su perfil de Facebook.
A pesar de que en el ajedrez se dan actitudes machistas, reconoce, la campeona gallega se siente respetada por la mayoría de los jugadores y lo que más le gustó de la serie “Gambito de dama” fue el hecho de que Beth Harmon fuese aceptada y respetada en un mundo tan masculinizado.
— Es una serie con mucho realismo. Hay clubes que usan el ajedrez para ayudar a superar adicciones. A mí me ayuda a concentrarme en los estudios y llevé mucho mejor el confinamiento que pasamos en primavera.
Con respeto al “Gambito de dama”, dice…
— Yo la juego mucho porque es la apertura que va más con mi estilo de juego.
— ¿Cómo es ese juego?
— Una especie de combinación de estrategia y cálculo.
Una de las cosas que más impacta de Hamon en la serie es esa capacidad de memoria que le permite mover las piezas a mucha velocidad, sin tablero, solo con su cabeza hasta reproduce la partida en el techo de la habitación…
— La mayoría de los ajedrecistas somos capaces de imaginarnos el tablero para ver las jugadas. Es una cuestión de práctica.
— ¿Por qué deberíamos de jugar al ajedrez?
— Porque es un juego cerebral que te ayuda a tomar decisiones importantes, a analizar los problemas antes de actuar.
Quizá fuese porque mi primer maestro no era el adecuado pero lo cierto es que a mí siempre me gustaron más las damas…