LA CAMPAÑA DEL MIEDO

Me da mucha vergüenza contarle a mi amigo Phillipe Leroy, viejo reportero que fue de RTL y “Le Monde”, lo de la Justicia en este país. Me ha preguntado en un correo electrónico si es verdad que un fiscal pidió pena de cárcel para una joven… por el tremendo delito de haber contado en una red social un chiste sobre Carrero Blanco;  uno de aquellos chistes que le contaron a él cientos de veces cuando allá por los noventa fue corresponsal en Madrid.

Tuve que contestarle que sí, que ya sabes lo de esa chica, Cassandra. Aunque la condene la Audiencia Nacional “por enaltecimiento del terrorismo” no irá a la cárcel porque no tiene antecedentes penales… pero si la condena, quedará inhabilitada siete años para ejercer cargos públicos.

En la Europa del siglo XXI nadie se explica cómo se lo pasan bomba, libres y con dinero robado, tipos como Urdangarín, Pujol, Bárcenas, Rato o Blesa y el sistema judicial español, a su más alto nivel, se entretiene en juzgar a cantantes, tuiteros e incluso titiriteros…

Nadie con dos dedos de frente ve lógico lo que está pasando en una Democracia cuya bandera ha sido, hasta que llegó Rajoy, la libertad de expresión.

En estos ataques no veo otra razón que no sea una campaña de miedo dirigida a quienes utilizan las redes sociales para expresar su libertad aunque a veces esa libertad sobrepase algunas barreras. 

No es posible, sin que haya otras espurias intenciones, que un fiscal rebusque en el articulado del Código Penal para que se apliquen penas de cárcel por escribir posibles injurias merecedoras, como mucho, de una multa.

Tened cuidado, mi gente, que están sembrando el miedo y lo que quieren es dar un escarmiento…