galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LA CRISIS Y EL MAR

 

 

Con el atardecer comienza la faena

         Siempre que se habla de mar y pesca, se habla de crisis; pero esta especie de Atlántida, Galicia, ha sabido superar los momentos difíciles, en sus dos mares y cien rías; e incluso más allá, en los siete océanos donde mantiene acuerdos pesqueros desde hace años, creando riqueza y abriendo posibilidades de negocio para países que nunca lo soñaran.

         La nuestra es la gran flota. Sobre  ella cantan todos los vientos y la luz que guía su navegar es a veces ardiente y otras fría porque atraviesa la niebla; que hay mil paisajes marinos diferentes, según hayas elegido pescar en tus dos mares de vida, en aguas comunitarias o más allá de las Islas Canarias.

         Sea donde sea que faene es nuestra gran flota. Porque sin pescar aquí no vives. Que este es un sector que los economistas llaman estratégico y sigue dando de comer a más de veinticinco mil familias, que son cien mil bocas que alimentar.

         Por eso preocupa mucho esa reforma pesquera de la Unión Europea, bloqueada por ahora, pero que tendrán que tener finalizada sus señorías, antes del primer día del año trece de este tercer milenio.

         Preocupa también porque, en este momento, decir Política de Pesca Comunitaria es rozar el desprestigio de la acción de gobierno; que la vigente ley del 2003 es antigallega y anticomunitaria; porque unos y otros incumplen sin rubor principios básicos del mercado único.

         Las normas. Les pondremos un ejemplo muy gráfico: mientras nuestro bonito del norte se pesca de forma artesanal, con caña; el otro bonito, el de otros países, resulta más feo porque se pesca con red, causándole grave deterioro a la pieza por su forma de manipulación. Además, así se esquilma el banco pesquero del mismo mar común, el Cantábrico.

         El escenario actual es, por el momento, como un barco sin rumbo; aunque por aquí, por la Galicia marinera, confiamos en que la desnacionalización total de la pesca traiga más beneficios que perjuicios, entre otras cosas por la unificación de precios en los mercados comunes.

         Que unos pocos gallegos se están forrando, con la importación de marisco de Irlanda o de Bretaña; y vendiéndolo como si fuera de las Rías Baixas, donde viven las mejores centollas, nécoras y camarones del mundo. Y a esto es difícil ponerle freno si no es ya en origen.

         Los mercados quizá sean el motivo primordial del retraso de la reforma pesquera europea. No se explica muy bien que un banquero, un artesano o un abogado o cualquier trabajador pueda actuar libremente en todos los países que configuran la UE y un pesquero tenga actualmente más restricciones para pescar en aguas comunitarias que en las de otro país no europeo. 

 

 

 

 

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