galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LA PLÁSTICA GALLEGA

EL ARTE NACIDO DE AQUEL EXILIO

      

        Aunque la memoria registre las viejas enseñanzas del pequeño estudio y las charlas artísticas de aquel café antiguo, como principio del arte y de los artistas, hay una nueva Galicia que ve cómo se desarrolla la plástica extendiendo sus modos más allá de lo local.

        Porque tenemos ahora una Universidad del Arte que forma y encomienda la responsabilidad creativa a nuevos artistas aquí nacidos para el éxito internacional.

        Son jóvenes, pero cuelgan obra en las galerías de la diversidad y reparten esculturas en lugares emblemáticos de este mundo. También han encontrado un espacio para la video creación y la performance.

        Todos nacieron hijos de vieja vocación emigrante. Imaginativos y viajeros. Porque hubo una base.

       La pintura considerada de la Escuela Gallega Contemporánea viene de muy atrás, del siglo XIX. Cobra forma en los cuadros de Soutomaior, que reflejan primordialmente el paisaje y la realidad del país, con una estética esencial.

     Más tarde, Carlos Maside, primero y Arturo Souto después, serían autores del cromatismo y del realismo social que impulsaría al arte gallego hasta mediado el siglo XX. Ambos pintores demostraban, con su pintura, la fuerza de aquel Rexurdimento al que Galicia debe gran parte de  su base cultural.

      Pero será mediado el siglo XX cuando las artes plásticas gallegas se unan al clamor popular y la pintura cobre un registro de denuncia social, además de estético. Curiosamente, esta fuerza vital para nuestro desarrollo artístico nace en el exilio y en la emigración.

       Esta pintura tiene su más universal representante en Luís Seoane, nacido en Buenos Aires hijo de emigrantes y posterior exiliado político en 1936, tras estudiar derecho en Compostela.

        Seoane, sin embargo, fue más que un artista: su figura va asociada al nacionalismo social, a la actividad política. Con Isaac Díaz Pardo fundó el Laboratorio de Formas, base del actual Sargadelos y de Edicións do Castro, con el objeto de recuperar la memoria histórica de Galicia.

        Junto a Seoane crecerían en Buenos Aires como artistas Laxeiro y Colmeiro, dos de las grandes figuras del arte gallego contemporáneo.

        Pero en cuanto al arte como vía para la denuncia social nadie manejó el dibujo como Castelao, considerado el patriarca de la sátira y de la ironía, en suma, de la retranca gallega.

        Todo esto ocurrió en Buenos Aires. En la emigración y en el exilio.

 

        Quizá a estos pioneros, viejos maestros que ya son historia, debamos la abundancia creativa de hoy en día, con nombres ya consagrados como Lamazares, Huete, Quintana Martelo, Patiño, o Antón Sobral y medio millar de autores tal vez menos conocidos,  pero que forman parte de esa nueva generación de artistas gallegos que ven coronado su arte por el éxito.

        Son el núcleo artístico que triunfa más allá de las salas de Galicia…

        Sara Garrote, Sabela Baña, Xurxo Martiño, David Ferrando, Inma Doval

        Gente con gran creatividad, valorada en las más prestigiosas galerías de Europa y de América. Es decir, la generación XXI del arte gallego más actual.

        Aunque su obra está también en las modernas infraestructuras gallegas: en los museos contemporáneos, en las pequeñas y grandes galerías y en lugares donde el arte se saborea.

        Cada día, en las siete ciudades gallegas y en las villas que son cabecera de comarca, se pueden ver alrededor de doscientas muestras de artes plásticas, de una gran variedad artística.   

        Hoy, en esta GALICIA UNICA universal e independiente, te doy una pista sobre mis gustos personales y a modo de muestra te dejo un regalo impagable: mis diez favoritos y favoritas, tras sostener un largo debate conmigo mismo, en mi biblioteca y por mis pasillos…  

GALIA BLANCO

       De Galia me encanta su colección “AgroPop”, esas vacas tan nuestras, dotadas de un arcoíris que en realidad es el que las rodea. La sencillez me impactó desde el primer momento y debe ser porque, como urbano que era entonces, en aquella primera vez, Galia me conquistó como la música, con su pop.

MARÍA ANTONIA DANS

         María Antonia Dans nació Oza dos Ríos. Me dijo una vez que “no había convivido con pintores, que su inspiración se la debía a los periodistas y escritores porque siempre se mezcló mas con ellos, tanto en Galicia como en Madrid…” Para resumir esa universalidad plástica tan suya recitaba a José Hierro:

          «Una perpetua fiesta, un mundo  recién nacido, una palabra  de amor, un cántico y un sueño  que navega sobre las lágrimas»…

          Sentí su muerte allá por el 88 cuando hablaba de vez en cuando con su hija, la actriz Rosalía Dans, que dejó de serlo por voluntad propia para heredar el arte de su madre… Aunque Rosalía sabe que eso es muy difícil…

XOSÉ LODEIRO

        Su pintura llegó a ser la estética del viguismo y el espejo del paisaje atlántico, tan de atardeceres rojos y armoniosos. Los que tuvimos la suerte de participar de aquellos sus días de gloria casi final en el Vigo imposible,  nos gusta recordarlo como un mitinero del arte, generoso y participativo en las propuestas populares que se oponían, ya entonces, al poder establecido.

       Aunque… Lodeiro vuelve a la vida, a mi lado, en el cuadro que enfrenta el agro  y que tal vez debiera ver el mar. Pero en Carreira no hay mar.

MERCEDES RUIBAL

       Es otro producto de la Escuela Gallega de Buenos Aires y alumna de Laxeiro. En su trazo existe una feroz denuncia, nacida de los horrores de su Patria,  en aquellos sus mejores años de juventud. La ingenuidad de su plástica es solo aparente.  Los rostros de sus criaturas gesticulan en negro, en azul, en carmín y cobran angelicales formas… En el fondo, cuando miras su obra, estás escuchando a Rafael Alberti, su amigo romano.

       Sentí su muerte en el 2004 porque con ella y su marido, el también artista Pérez Bellas, compartí algún brindis con Ribeiro en la Taberna de Eligio…

PATRICIA SACO

       Este universo virtual en el que nos movemos todos me la presentó una mañana en forma de web y me quedé entusiasmo con sus formas, sus colores, su personalidad y la filosofía de su blog:

      “Cuando un autor vende una obra… vende un pedazo de sí mismo. De su pasado, de sus vivencias… de su experiencia y sus emociones más intensas.

       Como comentaba hoy con Iván… el músico crea una obra y la comparte con los músicos que lo acompañan… puede grabarla y reproducirla infinitamente hasta la saciedad… El pintor no. El pintor se enfrenta al lienzo en blanco en su soledad… y llora, ríe y cuenta con pinceladas su personal historia. Una vez la obra se escapa de sus manos… se desvanece convirtiéndose en un breve recuerdo.

       No creo que olvide el día en que vendí mi primera obra…”

VIDAL SOUTO

           Cuando le conocí tenía cama de obispo cerca de la Rúa del Villar de Ourense que nada tiene que ver, como bien sabes, con la compostelana. La crítica dice de él que es atípico en la plástica gallega, tanto por su colorido como por su contenido temático. Porque quizá la crítica ignora que en Galicia nunca se pone el sol, ya que tiene muchas provincias diseminadas por el mundo; y Vidal Souto es el viajero incansable que busca la prolongación de aquellas miserias en el actual Sertao brasileiro, de cuando en vez.

           Para mí es un lírico consciente, que está dotado de enormes cualidades técnicas. Eso es lo que le hace destacar como pintor.

ALFONSO SUCASAS

       Era de Lalín y eso marca mucho. Sin embargo Brasil despertó su vocación artística que maduró en el otoño de su corta vida, a caballo de sus dos ciudades favoritas, Vigo y Compostela. Aunque el episodio final lo resistió en Vila de Cruces, retirado del ruido urbano.

       Nos tratamos siempre como amigos y no por ello sentí, cuando admiré su obra,  que  estaba ante uno de los mejores de la plástica gallega de todos los tiempos… Una vez, un avezado cronista vigués le tildó de parecerse a Laxeiro y eso le mantuvo más de un mes enfurruñado con el mundo.

       Alfonso Sucasas sabía captar como nadie la esencia de esa Galicia escondida y que solo está al alcance de los que nacieron para expresarla a través del arte.

XAIME QUESSADA

          Por donde yo jugaba de niño,  los bosques que trepan de Souto de Rei a Vilar das Tres, vaga desde el 2008  el espíritu de mi amigo Xaime Quessada. Antes de que el cáncer le visitase en su casa de Lucenza, me decía…

          —- Tranquilo, yo soy inmortal…

          Y tenía razón, porque su obra pervive y como contaba el entrañable Pepe Posada…

          —- Si después de muerto hablan de ti, es que aún estás vivo…

          A mis otros amigos pintores siempre les molestó escuchar que este Quessada comunista, comprometido, luchador y generoso era mi pintor favorito. Y muy influenciable. Primero por Goya –es evidente en su obra- y luego por Picasso. Cuenta algún experto “que llegó a realizar mil versiones del “Guernica” y otras tantas del “Minotauro”.

          Influenciable o no, Xaime era un pintor exquisito y un gran conversador al que echo mucho de menos.

MANUEL QUINTANA MARTELO

           Le entrevisté un par de veces para la tele y me pareció un artista muy serio, profesionalmente honesto y culto…  Ahora que casi lo tengo por vecino ignoro si conserva el mismo entusiasmo de hace una década.

        La trayectoria artística de Manuel Quintana Martelo es de las más reconocidas ya no solo en Galicia sino a nivel internacional. Su obra está marcada por un realismo con sello personal y no se sujeta a la rigidez de la estructura, aunque él dice que “le gustaría reflejar todo lo que ve”. Eso, a mí, hay veces que me suena a influencia fotográfica.

        Cuarenta y cinco exposiciones individuales en todo el mundo y alrededor de doscientas colectivas es una cifra que deja fuera de duda el gran trabajo de Quintana Martelo,  asiduo participante en ferias de arte como ARCO, Art Miami o Art Chicago.

CARLOS VELLO

       Hace tiempo, mucho tiempo,  que no le veo pero le sigo. Fue siempre mi amigo y uno de mis pintores favoritos. Con él tuve la suerte de convivir en mi edad de oro, cuando escribir me resultaba más fácil y aún poseía esa facilidad de palabra que me permitía decirle mis sentimientos al viento, a través de la Radio.

        Carlos Vello es un pintor de los quintaesenciados,  capaz de recorrer los mil vericuetos del arte para no dejar a nadie indiferente. Y es además, un tipo divertido. De lo más divertido que te puedes encontrar en Ourense.

        A lo mejor muchos os sorprendéis porque haya elegido este cuadro, pero esta es su pintura más actual, en la que se declara admirador de Tapies.

… SOLO SON DIEZ. PERO NATURALMENTE LA LISTA DE MIS ARTISTIÑAS, COMO DIRÍA DON VICENTE RISCO, ES INTERMINABLE…

.