galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LA TELEVISIÓN “LOW COST”

Un amigo productor, madrileño, pero de cuyo nombre no me acuerdo porque no me interesa, cuenta que poco importa la creatividad en esta nueva era de la televisión digital. Me dice que se han reducido los costes a menos de la mitad porque las “públicas” ya no resisten más sin la publicidad que tenían y las “privadas” son como los bancos, van a por su interés.

Mi personal enemigo Barciela, me lo había advertido con gran dosis de “bad milk”:

— Si un Quintanilla de la vida no te firma, nunca tendrás programa…

En medio de las decisiones presupuestarias están las pequeñas y las grandes productoras. Y ambas tienen trabajadores. O tenían, que la cola del paro en el oficio es, salvando las distancias, proporcionalmente igual al de la construcción.

A las pequeñas productoras las hunden empresas que pertenecen a grupos mediáticos, con bula para fracasar en el “share”, porque tienen periódico a mano para criticar a los ejecutivos. Esos grupos son como alguna clase de vampiros que a falta de sangre chupan sangría.

Me explico. Fracasaron en la “reconversión del papel” porque no interesan ya a sus lectores inflando sus publicaciones de superflua propaganda política, como vosotros bien sabéis. Y buscan entonces “ingresos complementarios” con producciones “low cost” para la tele, que le han de proporcionar esos mismos políticos o los amigos de esos políticos “para los que trabajan”, quienes les entregan la mayor parte del porcentaje de ese presupuesto con el que, modesta pero dignamente, trabajan esas pequeñas empresas.

A las grandes productoras, las de toda la vida, las que hicieron felices a millones de espectadores y escribieron con su imaginación la historia de nuestra tele, las van a cerrar los italianos.  Estos son los verdaderos dueños de la mayor parte del tinglado televisivo. Para ser claros… porque son los amigos del poder. Ellos llenan la pequeña pantalla de programas de barrio, de esos que puedes vivir en vivo y en directo en el portal de tu casa o en cualquier plaza de Vallecas. Es decir, de programas “low cost”.

Además, ellos, los italianos, ya tienen sus propias grandes factorías y fórmulas para crear esos mismos “realitys” con destino Europa o incluso América, y así abaratar aún más los bajos costes. Un programa bien vendido a muchas emisoras les sale casi gratis… Aunque esos beneficios nunca repercutirán ni en los creadores ni en los técnicos que lo hacen posible, como los intereses del crédito hipotecario tampoco repercuten en el arquitecto ni en los albañiles.

Nadie de los responsables económicos del país; los “salvabancos”, los “papánoeles” de empresa, los repartidores de “subvenciones” de dinero público… Ninguno ha entendido nunca que la tele y cuanto le rodea es una industria tan importante o incluso más que la de la moda; y tan exportable como la pizarra o el granito pulido;  o generadora de tantos puestos de trabajo como el “Citroen Hispania” fabricado en la vieja Gallaecia”.

Una industria de la que forman parte no solo las chicas y chicos guapos que conforman el selecto elenco de presentadores y gentes de buen vivir, que conocemos a través de la pantalla. Sino una larga serie de personal subalterno, con sueldos más ajustados que los de un futbolista del Coruxo y con bastantes menos partidos para jugar.

Si echas cuentas, seguro que te percatas de la importancia  que tiene en España el mundo audiovisual que es, además de entretenimiento, fuente de cultura en la que beben, a diario, unos ocho millones de españoles.

Decían que la TDT nos traería nuevas oportunidades… Pero siempre resulta que al frente están ya los mismos “perros alfa” con los mismos collares… para ponérselos a los “perritos gamma” si estos quisieren echarse un huesecito a la boca.

Por eso alguien dijo hace tiempo que el futuro es Internet… Y yo añado:

—- Si nadie la jode, como a la televisión, es el presente…

Porque en Internet ya hace tiempo que empezaron los políticos a hacer también sus maravillosas y prometedoras campañas…

¡Por eso dictan leyes reguladoras!

De cualquier modo, yo que he sido “alfa”,  me encanta volver a ser subalterno en estos tiempos, por aquello de que ya estoy llegando al invierno de la vida y la conciencia también me dice que pronto he de viajar al espacio…