LAS GALLINAS DE MI MADRE

Anda mi aldea revolucionada… porque no ponen las gallinas. No ponen huevos y son ponedoras. Aquí todos van a por ellas al mercadillo de Negreira y las gallinas  descienden de aquellas de Mos, que decía mi madre que eran las mejores de Galicia y que debiéramos de cuidar mejor la raza porque ponían cada una… una docena diaria.

La gallina, con sus huevos y sus pollitos de cría, fue un elemento base en la alimentación de mi infancia, que no veas como devoraba la tortilla de mi abuela y aquellos huevos con chorizo que hacía mi madre. Para mí son los reyes de mi gastronomía favorita y siempre tuve ganas de montar un “McRodríguez” con esos platos de mi infancia, pero la vida me llevó por otros senderos.  

Cuando mi inolvidable amigo César, aquella malograda voz de Radio Pontevedra de los años 70 me trajo la maquetita de Goma 2, con su canción dedicada a “O Galiñeiro”… me acordé de lo que aún significaba para los gallegos ese rinconcito de la leiriña, por donde caminan que no vuelan, las aves de nuestra subsistencia casera.  Es más, las gallinas ponedoras vuelven a ser básicas en la actualidad y por eso quiero rendirles homenaje esta vez… escuchando a Goma 2.

A pesar del nombre, eran unos rockeros  de Portonovo incapaces de hacer daño a nadie. Su música fue lo que se dice generalmente bien aceptada.  Era época en la que la cosecha artística daba mucho cantautor y pocos  guitarreros. El folk comenzaba a tomarse en serio y nadie hasta entonces había utilizado la gaita gallega para el rock and roll.

A mí me encanta su primer disco aquel y suelo escucharlo en vinilo porque conserva todo su encanto, el de nuestros años mozos.