galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LAS HERMANAS ORTEGA

LAS HEREDERAS DEL IMPERIO NO PARECEN HERMANAS

Verás. Hace unos quince años tuve el placer de conocer a Rosalía Mera, una coruñesa excepcional cuya muerte fue de lo más sentida en el país.  Entonces era la mujer más rica de España pero también la más admirada, entre otras cosas, porque a ella siempre se le adjudicó el éxito inicial del imperio Zara-Inditex. Por su carácter, por su manera de comportarse en la sociedad gallega, es aún recordada con mucho afecto pese a que en agosto se cumplirán ya seis años de su fallecimiento debido a un infarto cerebral.

Sin embargo, nunca me gustó Amancio Ortega, el hombre afortunado con el que Rosalía se casó en 1966 y del que se separó veinte años después. Amancio llegó a Galicia muy joven; había nacido en la Montaña Central Leonesa, en el pueblecito de Busdongo de Arbas, perteneciente al municipio de Villamanín. Ambos tuvieron dos hijos, Sandra y Marcos, que vive afectado por una grave parálisis cerebral.

En el 2001, después de 19 años de relación, Amancio se casó con Flora Pérez, arzuana, ex trabajadora de una tienda de Zara y hoy consejera de Pontegadea, la sociedad inversora de Amancio Ortega, además de ser socia de Inditex. Amancio y Flora son los padres de Marta Ortega.

Las diferencias que se notaban entre Amancio y Rosalía tienen su prolongación en las dos hermanas más ricas de España.

Las amigas de la discreta Sandra, con 50 años en la actualidad, dicen que poco influyó en ella el divorcio de sus padres –ya tenía 16 años- y sin embargo sí medió mucho la manera de ser de su madre, a la que se sintió siempre muy unida y cuyo ejemplo procura seguir en la actualidad; incluso su sentimiento galleguista.

De Marta lo que se cuenta públicamente es que viene siendo la “niña bonita” de su padre y su educación ha sido completamente distinta a la de su hermana, con au pair británica, bachillerato en Suiza y carrera de empresariales en la European Bussines School de Londres. No fue una estudiante brillante a juzgar por sus expedientes académicos y sí, siempre tuvo maneras de niña pija.

Por el secretismo que rodea a la familia Ortega poco se sabe de la relación entre ambas hermanas y tampoco si Marta mantiene algún tipo de contacto con su hermano Mario, al que sí cuida y mima Sandra.

Pero lo que nadie ignora son las grandes diferencias entre las dos hermanas, tal vez marcadas porque son de distinta madre.

Sandra Ortega es invisible. No le gusta la vida pública y por eso existen contadas fotos de su familia, la que formó con Pablo Gómez, el amor de toda su vida. Tienen tres hijos: Martiño, de 22 años; Antía, de 18; y Uxía, de 14. Viven en Oleiros y posee también una casa de vacaciones en As Fragas do Eume, su paisaje favorito. De Sandra cuentan sus fieles que es muy discreta pero que no vive aislada, sino rodeada de sus amigos de siempre con los que participa de la fiesta. Sus hijos han ido, como ella misma, a institutos públicos y prefiere los coches prácticos a los lujosos.

De su madre Sandra ha recibido dos encargos que cumple a rajatabla: la tutela de su hermano Marcos y la continuidad de Paideia Galiza, la fundación que creo Rosalía Mera y en la que su hija continúa trabajando.

No cabe duda de que Sandra heredó la conciencia solidaria de su madre, además de una multimillonaria herencia.

Actualmente controla el 5% por ciento de Inditex y Pharma Mar. También ha creado su propia inmobiliaria, Rosp Corunna, que posee más de 500 millones de euros en activos. Según la revista Forbes su fortuna personal es de 6.000 millones de euros. 

A Marta Ortega le gustan los caballos y suele participar en concursos hípicos. Por eso su padre le construyó en el año 2000 el Centro Hípico Casas Novas, en Arteixo, una instalación modélica en la que se suelen celebrar competiciones con importante participación internacional. Fue dónde vimos en público al propio Amancio por primera vez, recién salido de su personal escondite.

No era de extrañar que el primer amor de Marta fuese un jinete de renombre, Sergio Álvarez Moya, su introductor en la jet equina. Con él se casó en 2012 en la capilla del pazo de Drozo, en Ancéis, el mismo lugar donde su padre contrajo matrimonio con Flora Pérez.

Sin embargo, la imagen que se nos grabó a todos en las pupilas fue aquel paseo de Marta con su padre, por las instalaciones de Inditex, en ocasión de su ochenta cumpleaños, mientras todos los empleados aplaudían al jefe. Un Ortega emocionado al que según parece solo domina su princesa.

El primer matrimonio le duró poco a Marta Ortega y el verano pasado su padre volvió a tirar la casa por la ventana para que su niña se sintiera feliz en su segunda boda, esta vez con el representante de modelos Carlos Torreta. Basta decir que para la fiesta le trajo a sus músicos favoritos: Chris Martin, el vocalista de Coldplay, Nora Jones y Jamie Cullum.

Todo hace indicar que Marta Ortega será la heredera del paquete principal de Inditex, tras haber recorrido todos los departamentos desde que se iniciara en el negocio en una tienda de Zara en Chelsea, Londres. Hace tiempo que trabaja en la factoría de Arteixo y en la actualidad lo hace en el departamento de diseño, junto a la responsable de las colecciones, Beatríz Padín.

Marta es hoy por hoy una mujer de mundo que se codea con gente de alto nivel, tanto económico como social.

Las herederas del imperio, Sandra y Marta, en nada se parecen. Cada una afronta la vida a su manera… pero en Galicia nos cae mucho mejor Sandra.