LAS LEYES NO PUEDEN SUSTITUIR A LA POLÍTICA

Esta mañana, Manuel, me preguntó…

—- ¿Ti crees que Rajoy manda nos xuíces?

Mis paisanos andan mosqueados con la Justicia y yo también. Quisieran echarle la culpa de lo que pasó ayer a Mariano pero abiertamente no pueden. Yo tampoco. O sí. Depende… (Es lo que contestaría él, el presidente)

A mí me parece que mandar a la cárcel a la gente por sus ideas es algo tan propio de las dictaduras que tocó la línea de flotación de esta democracia, ya frágil.  Ayer tarde, con perdón, me pareció que la Audiencia Nacional era el Tribunal de Orden Público, aquel que conocíamos como el TOP, que manda truco.

Por eso empecé a preguntarme a mí mismo que había pasado con aquellas promesas de Suárez, que en paz descanse. Con la euforia de aquel socialismo de Felipe. Con los aires de libertad que borraron un golpe militar y varios intentos… Después de 40 años de llevarnos todos bien, ¿Cómo llegamos a esto?

Dándole vueltas al asunto me parece que hay muchos culpables y algunos taconean por Palacio. Lo son tanto los que marearon la perdiz hasta que se les murió… como los que hablan de leyes como si no existiesen las palabras. A ver si me explico. La política es el arte de hablar y las leyes están para los delincuentes.

—- ¿Sí o no?

—- Non.

No, claro, si tienes razón, no están en la cárcel todos los delincuentes y muchos menos los corruptos de los grandes partidos europeos, pero las leyes nunca deberían sustituir a la política y hace ya tiempo que en España parece que se parlamenta con el Código Penal en la mano…

Lo de Cataluña, con perdón, suena a toma del Palau por la fuerza y el encarcelamiento de algunos miembros del Govern a juicio político.