galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

LOS PIONEROS

El gran océano...

LA AVENTURA DE AMÉRICA

En el año 1927 se estrenaba en la capital de las Rías Baixas la película “Pontevedra, cuna de Colón”. Su autor era el fotógrafo Enrique Barreiro, un pionero del cine gallego pero no el único que sostuvo la teoría de un Cristobal Colón nacido en la media ladera del monte Castrove, en el municipio de Poio.

Un film de 1927.

 Un film de 1927.

Aún en la actualidad son diversos los historiadores, gallegos y no gallegos que mantienen esta tesis y el vigués Alfonso Phillipot va más allá; afirma que Colón y el mítico Pedro Álvarez de Soutomaior -al que la leyenda bautizó como Pedro Madruga porque acostumbraba a librar sus batallas al amanecer- eran la misma persona.

Cristóbal Colón.     Pedro Madruga.

Sucedieron mas de seis siglos desde entonces y aunque el “Colón de Poio” no se asimile como una realidad histórica, sí está demostrado que en aquella aventura del primer viaje a América participaron excelentes marinos nacidos en la Tierra Única y que a una de las naves la llamaban familiarmente  “La Gallega”,  por la procedencia de la mayoría de sus tripulantes… 

Fueron los primeros gallegos que conocieron el Cono Sur americano a donde viajarían, desde el siglo XVIII, muchos miles… para protagonizar el hecho más importante de nuestra historia: el gran éxodo migratorio que continuaría hasta pasada la primera mitad del siglo XX.

La Aduana Nueva en 1961 fue construida ante la masiva llegada de inmigrantes gallegos e italianos a Buenos Aires.

La Aduana Nueva en 1961 fue construida ante la masiva llegada de inmigrantes gallegos e italianos a Buenos Aires.

Otro de los grandes pioneros gallegos fue el comandante del primer vuelo entre Europa y América, el muy popular aviador de Ferrol Ramón Franco. Era hermano del dictador, Francisco Franco, pero para nada se identificó con su modo de alcanzar el poder y menos aún en la manera de ejercerlo.

Me contó mi suegro, Julio López Miralles, que fue su compañero en la preguerra civil…

—- Ramón Franco no solo era un excepcional piloto sino que además tenía ideas muy avanzadas para aquella época. Era muy amigo de las aventuras y de los records. No hubo a lo largo de la historia en España un aviador tan popular…

 Mi suegro, como muchos compañeros suyos y la mayoría de los periodistas de la época, mantenían la teoría de que el accidente en el que murió Ramón Franco había sido provocado por orden de su hermano.

El Plus Ultra llegó primero a Montevideo...El comandante Ramón Franco

La llegada del “Plus Ultra” a Montevideo sucedió en 1926 y fue todo un acontecimiento en América y en toda Europa. Para entonces ya vivían en Uruguay más de cien mil gallegos y fueron ellos los primeros en rendir homenaje a Ramón Franco.

En el Centro Gallego de Montevideo, el más antiguo del mundo en activo, no se podía entrar… Hay muchos testimonios gráficos de aquel emotivo momento, quizá el más importante que vivieron no solo los gallegos de la época sino los dos continentes a los que une el AtlánticoHasta entonces, el océano era la única posibilidad de comunicación entre Galicia y América

Ramón Franco anticipó volando el próspero futuro de los dos continentes. Y así lo reconoció también Buenos Aires que tuvo el privilegio de ser la segunda ciudad en recibir al Plus Ultra tras su vuelo transoceánico.

300 mil gallegos vivían ya entonces en la capital porteña y todos acudieron a recibir al mayor héroe de la aviación española… Al fin y al cabo ellos también fueron pioneros. Gracias a los pioneros gallegos, aún en el siglo XIX, el país logra que su cultura resurja. Ellos consiguen que la tierra y el mar bailen a ritmo de alborada y llegue con el sol de la mañana el instante poético del bardo, que se posa sobre el lomo del paisaje. Cuando los pinos se quejan… despierta Galicia. Pero es curioso…

Nace su himno patrio en La Habana con música creada en Mondoñedo y letra escrita en Cabana de Bergantiños… Germina al mismo tiempo lo que llamamos el Mundo de la Galleguidad.

Eduardo Pondal y Pascual Veiga, autores del Himno Galego.

 Y crecen, movidas por ese espíritu de la Galleguidad en el Mundo,  las ansias por conocer el íntimo secreto del Rexurdimento cultural y de aquellas letras escritas que recogían nuestra “noble e armoniosa fala”. Los gallegos de aquí y de allá tomamos conciencia de país y así comenzó aquel tiempo de gran esplendor de la mano de los poetas a los que hemos encumbrado entre los clásicos.

Esperando en el puerto de Vigo....

 La generosidad de los pioneros de aquel éxodo, nacido más de la necesidad que del espíritu aventurero, se hizo notar a partir de 1936, fecha en la que América acogió a los exiliados como consecuencia del golpe de Estado del general Franco contra la República Española, que provocó aquella fratricida guerra que, como sabes, duró tres años y provocó un millón de muertos.

Montevideo, ciudad galaicolatina.

La semilla gallega en América prendió fuerte. Hasta el punto que muchos descendientes de aquellos gallegos llegaron a ser grandes líderes políticos y protagonistas del progreso económico y social de América Latina.

A partir de los años sesenta y hasta hace apenas tres décadas, seguirían naciendo gallegos con una maleta, pero sus destinos fueron más cercanos: Alemania, Francia, Inglaterra y especialmente Suiza eran los países preferidos.

Se calcula que en la década de los sesenta, medio millón de gallegos se integraron ya en la Europa a la que ahora pertenecemos todos y  más de un tercio de los casi tres millones que habitamos Galicia tenemos un familiar residiendo en alguno de 121 países del Mundo.

Esa crisis mundial, de la que nadie se siente aquí responsable, obliga otra vez a marchar a nuestra mejor gente;  ahora mismo, en este año 2013… Se van de su país en busca de la vida y son la generación mejor formada de nuestra historia.

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Cuando mi hija Betty termina de hablar conmigo por el Spotify desde su exilio voluntario de Dublín

— No te equivoques, papá, yo estoy encantada en este país que es tan bello como Galicia…

Pero… repito… cuando cierro el Ipad… siempre me salta una emotiva lágrima. No puedo evitar seguir creyendo en lo que mi madre y maestra me enseñó de pequeño: que deberíamos de luchar todos los de la familia por estar juntos, lo más cerca posible los unos de los otros…

Ya sé que suena cursi, pero creo que los gallegos del siglo XXI nos lo merecemos…

El sol del lusco fusco nos traerá mañana, otra vez, el recuerdo de los ausentes.