Meaño

Paisaje de vino

A punto para iniciar el rito de la vendimia

Desciende el paisaje admirado por la ladera del Castrove en busca del sol de Arousa y los pequeños ríos, como el de A Chanca, fertilizan el valle, mientras redescubrimos las cepas de albariño en perfecta formación.

En este tiempo final del verano, las cepas nos entregan ya el tesoro del vino, porque ha transcurrido el tiempo en el que las uvas se someten al ritual de la vendimia.

Así, Meaño vive ya sus días de vino en medio centenar de bodegas, donde fermenta el blanco albariño, el mas apreciado de los caldos de Galicia.

Aunque esta fue tierra con vocación errante, hoy se escribe otro relato por los senderos que conducen a la belleza que late en el corazón del paisaje.

Sobre él destaca el histórico lugar de oración en el que la piedra oculta almas de santos y también las fuentes que rompen el silencio junto a los molinos.

Entre ambos, Meaño es un conjunto de pequeños pueblos hermosos, rodeados de verde y agua, a los que llega con calma el olor a mar de su proximidad.