NOCTURNO, Por Enzina Santacroce.
Lo sé,
en el nocturno
se escuchan mis pasos crecidos como hierbas
y mis manos extendidas sobre tu pelo para la caricia.
Que más da si son los cuatro vientos en codos o nudos o brazas,
Sé que la barca se detendrá.
Y al amanecer tendré un olor a flor de naranjo y limonero verde
cuando mi corazón lleno de escapularios vencidos
aguarde sin voluntad…
ENZINA SANTACROCE
(Acuarela de MARÍA GALLEGO JIMÉNEZ).