galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

NOVONEYRA, EL POETA DE LA SIERRA

Tengo un libro de cabecera en la mesilla de mi dormitorio en el que están escritos estos versos…

¿E cómo será este outono?
¿Será so pro souto a coor da morte longa?
¿Farame esquecer o que a cor soupo?
¿Hasta cando iste tempo de elexía?

El libro es “Tempo de Elexía” y su autor uno de los más grandes poetas de mi país y una de las personas de las que guardo mejor recuerdo, a pesar de nuestra escasa convivencia.

Me refiero a Uxío Novoneyra, presente en la sempiterna  memoria de la gente, de los poetas y de los amantes de la Naturaleza.

Nos conocimos cuando,  una noche primaveral, en las calles de la Compostela de piedra, me contaba Diego Bernal las peripecias de un obispo que había sido excesivamente promiscuo con las damas…

Uxío, sentenció a modo de saludo, tras la presentación…

— Tés que gravar  O Courel en Outono. Un programa tan bonito como ó que facedes ten que recoller a policromía das devesas e das cumes da miña serra…

Fui a la Librería Couceiro y me compré su libro dedicado al Courel. Lo leí entero aquella noche y te digo que pude ver en sus versos la mejor imagen de la gran sierra. Ni siquiera Cremi, mi amigo cámara y gran especialista en el medio natural, fue capaz de retratar nunca, de manera tan apasionada, la perspectiva y la magia que encierra O Courel en los versos de Novoneyra.

A partir de entonces, siempre que contemplé sus montañas fue acompañado de aquellos poemas y de su espíritu, que aún vaga entre la Devesa da Rogueira y el Piapaxaro.

Me inicié en Novoneyra cuando Pilocha grabó su “Fiandeiriña”. Un poema que ahora releo y canto, cada vez que insisten los recuerdos de aquella mi época feliz, cuando pasaba mis vacaciones en un estudio apoyando la grabación de aquellos primeros discos en gallego.

Por aquel entonces, Novoneyra quizá no fuese un poeta excesivamente popular pero sí un romántico narrador de un país del que vivió enamorado. Y así me lo contó “Desde Galicia para el Mundo”, aquella tarde en el plató de TVE:

— Eu non podería vivir noutro lado. Galicia métese nun e non te deixa marchar… Ainda que, ás veces, parece que te abandona e non exerce de nai como debera. Eso ben o saben os milleiros de galegos que están fora. Os que mais a aman.

Aquel día imaginé a Uxío niño, en Parada do Courel, en su labrega aldea natal, y supe porqué casi toda su obra  se enraizaba en lo popular con un lirismo poco común…

—  De neno xa facía versos. Eran malos, pero a mín gustábame rimar…

Novoneyra se movió siempre entre sus dos amores: la Tierra y la poesía, pero tendría que emigrar a Madrid como estudiante de Filosofía y Letras, primero y más tarde –cosa que mucha gente ignora-  como trabajador de la radio y de la televisión única de una época sumamente difícil…

—  Da miña vida recordo con nostalxia os tempos de Lugo, cando coñecín a Manuel María. Eu estaba estudando Bacharelato e sentía fascinación polo grupo de intelectuais que comandaban Fole e Ramón Piñeiro. Os cafés lucenses foron a miña primera facultade universitaria…

Estábamos sentados en un plató pequeño,  esperando aquello de luz, cámara, acción…

—   ¿Radio ou televisión ou ningún dos dous medios, Uxío? –le pregunté, por romper el silencio de la espera…

—   Non son eu moi crítico da televisión, porque me parece un bó medio para chegar a moita xente, pero como a mín me gusta contar cousas síntome mellor na radio, porque ahí quen manda e a palabra…

—  O mesmo sinto eu, Uxío… Pero a mín naide me deixa xa facer radio. Era a miña verdadeira vocación e cambieina por un posto de executivo que nunca debera de aceptar…

—   Sí, supoño que eso foi un erro…   

En ese momento se encendieron las luces del plató, la luz roja de la cámara 3 y en los cascos de Manolo, el regidor escuché el grito de acción de Julio de Sierra. El cámara, Manuel Villaverde, bajó la mano y Uxío comenzó su intervención recitando…

Fiandeiriña delgada…

Sempre metida a afiar…

A afiar e a soñar…

Para logo non ser nada…

Era un gran recitador y yo le agradecí profundamente el detalle que conservo en DVD metido en “Os Eidos”, el libro do Courel, en lugar preferente de mi pequeña biblioteca…

Uxío Novoneyra era un poeta total, capaz de combinar sus sensaciones vitales con un marcado esfuerzo por comunicarse con el gran público, ese que no le olvida y  hasta le abre página en Facebook

A mí su obra me parece la de un gran paisajista,  porque nadie evocaba como él el fascinante y mágico mundo del entorno natural; pero hai otro Novoneyra que denuncia y grita, el de la “Letanía de Galicia” o el de aquel canto por Vietnam

“CUMES CUMES CUMES CUMES COM´ESTES ECOEN
UNHA VEZ POR CADA MORTE
VIETNAMMMMMMMMMMMMM
VIETNAMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM
VIETNAMMMMMMMMMMMMM

Metan na casa a verba na cociña na mesa na cama xa está
E calaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar
Hastr´o berro que te acusa USAUSAUSAUSAUSAUSA

un
morto
dous mortos
tres / trinta mortos
trescentos / tres mil mortos
OFENSIVA DO TEIT 22000 / 100000 mortos
tódalas os que se volven ceros 00000000000000000000000
baixo de cada un 10 / 100 / 1000 / 10000 mortos á maquina
difuntiños que a noite acolle entre cañas baixo o torbón do