galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PARAÍSOS CERCANOS

Un poco más allá del espacio urbano existe un paisaje de agua y calma, nacido para procurarnos las emociones naturales de una tarde de primavera. Las provocan un río legendario, las fuentes de agua danzarina,  el agua que hierve  y los pequeños regatos de nuestra poesía.

El agua nos invita a seguir su trayecto, porque se cree motivo esencial de la expresividad cromática de este Mayo recién llegado, al crear la atmósfera húmeda del lugar y prolongar su estética como si fuera un espejo.

De esta naturaleza sublime emana la inspiración para sobrellevar la vida; y la belleza del entorno se convierte en el único testigo posible del amor perdurable, tras los años de los años.

La música del agua suena hoy en la aldea querida, esa donde, a veces,  el tiempo se detiene para que descansemos.

Te cuento esta vez que hay cinco perspectivas cercanas para admirar el momento en que la luz primaveral hace brillar la bruma mansa que asciende por el lecho del río…

Entonces, te invito a jugar en los paraísos cercanos donde los animales del monte nos brindan nuestra banda sonora de cada día. Partimos de la ciudad eligiendo carretera comarcal. Al llegar al destino de la cercanía, elegimos río de los que apenas citan los mapas, para seguir los senderos de sus riberas y al fin llegar a ese lugar fulgurante, de traje verde, que se esconde en medio del bosque encantado.

Desde A Coruña llegarás pronto a Chenlo, espacio natural y coto de pesca próximo a Betanzos, capital de la comarca del mismo nombre. Chenlo es el más interesante itinerario fluvial creado por el río Mandeo.

Aquí, el río, provoca un valle,  encajado a continuación de A Espenuca, un macizo de rocas muy singular, por donde el Mandeo se abrió paso salvando un considerable desnivel.

Los bosques de ribera forman en Chenlo un pasillo verde que sigue un trayecto del río, en el que nadan los árboles y el hombre disfruta de áreas recreativas, aula de naturaleza y espacios para pescar.

Desde Lugo te sugiero viajar a la comarca de A Fonsagrada para que te pierdas entre las carballeiras y los soutos en busca del salto del agua que provoca la fervenza. En la Fraga de Carballido se esconden los animales que habitan los bosques de ribera incluidos en la Red Natura 2000.

En este lugar luminoso disfrutaremos del silencio y de la paz que solo es posible en los paraísos ocultos.

Desde Ourense y por autovía te aconsejo esta vez la comarca de A Limia para buscar los espacios naturales que nos unen a Portugal: el Xurés o el Xerés, siguiendo el curso del Limia o del Lima, según pronuncies sus nombres en galego o en portugués.

El lugar perfecto, paraíso poco conocido, está entre la Serra da Pena y la cascada del río Firbeda. Este lugar, en el municipio de Calvos de Randín, es la maravillosa degradación cromática de la primavera más virgen y natural, pero tampoco debieras perderte el paisaje de la montaña y el mar interior de Lindoso.

Desde Pontevedra te llevaré a la comarca de Arousa, a Vilanova, para descubrirte los paisajes idílicos que esperan una intervención oficial para que no se pierdan los elementos etnográficos de una excepcional ruta. Me la descubrió Jesús Alberto Vales y la conocerás fácil si sigues  el curso del río Currás.

Los molinos precisan ser reconstruidos, pero en el trayecto encuentras lavaderos y puentes de piedra, además de un excepcional bosque de ribera. En la provincia de Pontevedra hay otras rutas de molinos en Meaño, en Barrantes o en Catoira.

De todas formas, esta ruta del río Currás tiene una peculiaridad: está próxima a la desembocadura del Umia en Cambados, Red Natura y espacio protegido de los más importantes de Galicia, juntamente con el humedal de O Grove y el espacio marítimo de Punta Carreirón, en la Illa de Arousa…

Desde Compostela, la capital de Galicia, te invito a conocer el Val da Mahía. Treparemos hasta el monte San Marcos, en Ames para luego descender de molino en molino hasta Vilar, por un entorno natural de extraordinaria belleza, que finaliza en los agros que baña el río Riamonte.

Le llaman la Ruta del Agua y es mi paraíso cercano favorito, en el que he visto como el gavilán compartía espacio con la garza y en su honor cantaban todos los pájaros su gran sinfonía primaveral.

Los pájaros cantores son los que mejor entienden este reino de paz. Solo ellos y el agua se atreven con su coro a romper el silencio y el sosiego de esta primavera, reverdecida por la lluvia de abril que hacer revivir el paisaje de leyenda.

Por eso esta mi Tierra además de Única es Mágica.

En ella aún te salen al paso las ruinas de aquellos tiempos de subsistencia…