galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PASIÓN DE OTOÑO

Te propongo esta semana que nos escapemos juntos a uno de nuestros paraísos naturales como eficaz remedio contra los males de estos tiempos que corren. En medio de una perspectiva única, la montaña y el bosque cobijan las especies más singulares; pero este paisaje también está lleno de vida, posee un gran patrimonio cultural y no faltan tampoco atractivos gastronómicos y turísticos.

Con el corazón en la mano te digo que si tuviera que elegir un edén este sería mi modelo. Le llamamos… O Courel. 

En los días de otoño los ríos se llevan las flores. Al mismo tiempo, hacen que reverdezca la piel de la montaña de las altas cumbres y también los valles profundos. El musgo se posa ya sobre la granítica roca y hemos de pisar con cuidado para no destruir la casa del gnomo, porque eso es lo que semejan los cientos de setas que aparecen a un lado y a otro del sendero.  

Hemos llegado a un trozo de mundo vibrante. Aquí, donde el tiempo parece no existir y las aldeas parecen brotar de la tierra como pequeños cúmulos de hongos, la naturaleza encierra un universo de fauna y flora único y unas formas tradicionales de vida que se han mantenido casi inalteradas desde hace siglos.

O Courel está lleno de prados y de regatos de aguas limpias que el sol suave llena de caricias. Posee hermosas devesas y soutos de centenarios castaños. Es un trozo de tierra silenciosa que, curiosamente, preside un pico al que llaman Pía Paxaro. Y en las pocas aldeas que aparecen enraizadas en las laderas, los gallos cantan una nueva alborada porque nuevas gentes han venido a habitarlas.

Sin embargo, conserva el encanto de la mágica aldea de Parada, la de Novoneyra, el poeta que nos enseñó a interpretar el lenguaje de la sierra, contemplando desde la vieja casa como transcurre  la vida feliz en la gran montaña.

En este lugar de fuerza telúrica, las montañas tocan el cielo y los bosques se transforman en un mar infinito de verdes que nos invita a perdernos en él para descubrir sus secretos y las pequeñas maravillas naturales que esconde.

Sígueme hasta lo alto de la montaña para conocer la piedra básica de inciertos orígenes que es la huella de la historia. Camina por el sendero que nos conduce hasta la belleza armónica de la soledad, allá en la devesa. Desciende hasta el valle buscando en el salto del agua, el paralelismo de las formas artísticas. O siéntate ante el horizonte para respirar la atmósfera de la cumbre. Descubrirás entonces la estética montañesa. Así viste este Courel otoñal que también es sierra habitada, pese a sus connotaciones telúricas y a la magia de la poesía….

Por ejemplo, la aldea de Froxán, declarada Bien de Interés Cultural, por sus valores en el ámbito de la arquitectura popular, es todo un referente en Galicia para los amantes del mundo rural. Piedra y pizarra se dan la mano en un conjunto atemporal, que parece salido de un relato de Fole o de un poema de Novoneyra. Pero es tierra habitada por gentes trabajadoras enamoradas de este paisaje, que tienen en la agricultura, la ganadería y unos pocos en el turismo, su medio de vida.

Soldón da Seara es una pequeña aldea a la que llaman “Puerta de la Sierra. Sus casas semejan colgar en la montaña, aflorando entre un mar de verdes. Es uno de los muchos ejemplos de pequeños núcleos poblacionales, de arquitectura popular, diseminados por O Courel, que vale la pena descubrir, aunque solo sea para admirar tanta belleza y conversar con sus gentes.

Froxán pertenece a Folgoso de O Courel y Soldón da Seara a Quiroga, y es por ambas aldeas por donde se penetra en este mundo vibrante, que estos días de otoño despiertan nuestra pasión al mostrarnos toda su belleza, el infinito y verde tapiz vegetal, la piel de la montaña.  

Quiroga está en las orillas del Sil ya próximo a la Ribeira Sagrada, y además de ser la puerta del Courel,  fue la villa del oro en los tiempos del Imperio romano. Las aldeas cercanas son  su paisaje más vivo a pesar de la dureza de la montaña, que es agradable sentir el viento de la cumbre frente a la devesa, en la vieja casa recuperada, a la que han vuelto algunos pocos de los muchos que se fueron. Montefurado es testigo del ingenio y de la codicia romana. Hoy no hay oro, pero sí el mencía mas sabroso, un vino que incluso tiene fiesta. Y algunos gustan aún del sabor de un aceite muy especial que aquí se cultiva y que dicen es el más caro del mundo.

En Folgoso de O Courel hay elementos que se conservan como antaño y que en la actualidad proporcionan interesantes ingresos complementarios a algunas familias, como es el caso de las tradicionales “tecelás”,  o los telares de lino y estopa. Tiene reconocidos varios castros en muchos de los 45 pequeños y hermosos núcleos de población del municipio, que parecen nacidos en un cuento de hadas. En un tiempo muy recordado algunos de esos pueblos se quedaron sin gente, aunque ahora  parecen volver a la vida.

Pero sigamos el trayecto. Cuando los ojos penetran en el territorio quebrado, de fallas que moldearon las puntiagudas cumbres de las altas montañas, fracturadas por los iniciáticos cataclismos geológicos, hallamos la hermosura interminable en la pendiente de vértigo, desde la que se avista el valle profundo.

La otoñal calma de la montaña nos permite escuchar el rumor del regato transparente y las canciones de pájaros nos animan el paso, en el poco frecuentado camino de la sierra. La naturaleza más virginal es aquella donde los ríos, los bosques y las altas cumbres compiten en espectacularidad.

Las huellas del agua nos llevan por el regato Fiais que crea, en un tramo de ocho kilómetros, alrededor de una veintena de fervenzas para que admiremos su fuerza.

El misterio lo hallaremos en el lugar llamado la Buraca das Choias, una cueva espectacular con fervenza incluida en su interior.

Y el color del otoño nos dejará asombrados por los castiñeiros de los soutos y las devesas.

Una vez que escuchas, amigo,  como cantan el viento, los pájaros y el agua… penetrará en ti el espíritu de esta sierra que te permitirá ser amigo del oso pardo, el rey de la montaña mágica de Galicia.