galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PEDRO SÁNCHEZ DISCRIMINA A GALICIA

Vaya. Bastó que la ministra Montero llevase el proyecto de Presupuestos a la presidenta Ana Pastor, es decir, los hiciera oficiales, para que los gallegos de En Marea descubriesen por fin que son gallegos.

Parece que esta vez se disponen a ser portavoces del rebote generalizado de este país con las cuentas del Estado, que son de quita y pon: a Galicia nos restan un 20% en relación con el ejercicio anterior y a Cataluña les regalan un 60% por ciento más. Esta sí que es una dentellada a nuestra economía. Dicho con números reales, a cada uno de nosotros nos quitan 67 euros y a cada catalán les dan 93 más.

Dice un cronista que con la maniobra hemos descendido hasta el sexto escalón autonómico de la prosperidad después de jugar la champions y esto no veas cómo ha sentado al personal. A los gallegos nos importa un grelo si hay catalanes que quieren ser independientes, pero vemos claramente como, cada vez que alguien le monta un lío a los del Gobierno central, sale favorecido en el trato, en las formas y en las cuentas.

El equipo de Sánchez ha restado a Galicia porque no estamos representados en el Congreso de los Diputados y porque dicen los psicólogos que tenemos demasiada pachorra. Vamos, que tragamos con lo que sea.

Algo de eso hay.

Los diputados que elegimos para esta Legislatura son mansos corderitos que le dan al botón que les indica su partido, ya sea de derechas, liberal, socialista o de izquierda. No solo los del PP o los del PSOE, no. También los que aquí tienen siglas propias, los del gremio de mareantes, que para votar han seguido hasta ahora las instrucciones de Podemos, aún cuando la formación de Iglesias no pueda tanto y siempre les haya dejado tirados.

Sin embargo, esta vez,  los “cinco magníficos” de En Marea salieron a la palestra para decirnos que están dispuestos a rebelarse contra la infamia y afirman que votarán en contra de estas cuentas negativas y discriminatorias para nuestro país.

Si cumplen lo que dicen, les daré la bienvenida al Club de la Galeguidade pero si no lo hacen… ante tamaño agravio, habrá que retirarles el pasaporte.

También espero que los alcaldes de nuestras ciudades, a los que el consejo de ministros de Sánchez ha dejado a cuatro velas, tomen buena nota y cambien de estrategia tal vez volviendo al redil del BNG, que sigue siendo el vivero de nuestra rebeldía.

Estoy seguro de que si Galicia tuviese un grupo parlamentario propio sentado en el Congreso la ministra Montero no tocaría un céntimo de los dineros que nos corresponden para dárselo a la comunidad autónoma más rica de España.

Los presupuestos socialistas 2019 pasan por alto un detalle: que la falta de solidaridad territorial pone fin a ese intento de socializar los números del Estado. A ver si esta faena hace que pensemos mejor nuestro voto para las próximas generales y nuestra voz se escucha por fin en las dos cámaras.