galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PEPE DOMINGO CASTAÑO – La voz de mis domingos.

Pepe Domingo Castaño

A principios de los sesenta iba yo camino del Alameda, conocido restaurante de Santiago, cuando me caí redondo a pesar de mis veinte y pocos años en plena rúa. De aquella inconsciencia producto de mi hipotensión,  me despertó la voz más  popular de la Compostela universal, en aquel tiempo. Era una voz,  ya entonces, de gran locutor de los de antes; gruesa, personal, con muchos matices y que pronunciaba las palabras con una simpatía poco común. Sin duda, era la voz de un gran comunicador.

Así, tirado en el suelo compostelano,  conocí al Pepe Domingo Castaño de Radio Galicia  cuando yo era el Xerardo Rodríguez de La Voz del Miño. Porque a la gente que hacíamos radio nos colgaban como segundo apellido el nombre de la emisora para la que trabajábamos.

Por eso no te extrañe que este verano pasado se produjese la convulsión mediática que se produjo como consecuencia del trasvase de la mayor parte del equipo de deportes de la SER a su rival, la COPE. Con Paco González se fue Pepe Domingo Castaño; y con Pepe se fueron casi todos.

Porque Pepe es de esos amigos de los que presumes y no se olvidan nunca; los amigos para siempre a los que no siempre ves pero que siempre ocupan una parte esencial de tu corazón. Porque asocias su vida a imborrables recuerdos de la tuya, aunque sea de tarde en tarde, como este verano pasado en la romería del San Viño, en su Padrón del alma, a donde me llevó Fernando Castaño, el gran hermano artista del que tendré que hablaros otro día.

Recuerdo que Pepe Domingo me dijo aquella mañana, en plena procesión hacia la Casa del Obispo:

—- He firmado el contrato de mi vida.

Y por mi mente pasaron en un instante recuerdos de aquellos primeros años suyos en Madrid, en Radio Centro; años que mejoraron sensiblemente en los musicales de la SER, lo que le llevó a ser una gran estrella de la tele única de los “300 millones”; a cantar y triunfar fuera de España con un tema que aún tarareo yo con mis nietas, aquella “Neniña” de pantalón vaquero…

Sin duda… ¡Fue un gran luchador de la Comunicación!

Todo esto, hasta que la edad le aconsejó jugar un solo partido a la semana, ese gran Carrusel ahora Tiempo de Juego, donde lo importante no es el futbol, es lo bien que lo pasamos los oyentes y quienes lo hacen. La culpa de tanta simpatía la tiene, sin duda, Pepe Domingo Castaño.

Posiblemente tú ya sabes todo esto, porque Pepe Domingo es más popular en España que la mayor parte de los futbolistas de la Liga de las Estrellas; pero hay algo que quisiera decirte porque me sale del alma:

A Pepe siempre le comparé con Joaquín Prat porque sus vidas son paralelas profesionalmente. Chimo fue una de las mejores personas a las que yo conocí en esta profesión. Fui su jefe en Radio Nacional de España y siempre le trate desde el respeto que se merece quien desde la nada llega al cenit de la comunicación, que es el sector laboral más difícil, por las envidias que desencadena el triunfo.

A pesar de que Pepe Domingo Castaño venía pidiendo paso, por la calidad y el entusiasmo profesional que ya poseía, Chimo Prat siempre me dijo que Pepe le superaría como comunicador de radio. Y lo decía con natural admiración, sin que sus ojos tuviesen ese brillo que denuncia la dentera.

Ahora que soy un fans de Pepe Domingo  hay tardes de Tiempo de Juego que me imagino a Chimo a su lado, participando en el coro del “pipazo”…

Por cierto.  Aún no es os he contado que esta semana la Asociación de Periodistas de Galicia, que preside Arturo Maneiro,  le entregará a Pepe Domingo Castaño su máximo galardón, el Premio Diego Bernal.

Iré y le daré un abrazo de la afición, que somos esos a los que el futbol nos gusta un poco, pero la buena radio… ¡Mucho!