galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

DE PIEDRA EN LA REALIDAD Y EN LA FICCIÓN

Otero Pedrayo describió mejor que nadie la belleza de la piedra geórgica, la esencia de la vida campesina, como ese molino que ya no muele. Y Celso Emilio Ferreiro vio también un país pétreo al término de su poética y larga noche.

Galicia es de piedra en la realidad y en la ficción; en la literatura y en las artes, que ahí tenéis ese varal pétreo que nos sale al paso en los caminos, el cruceiro, erigido por el hombre para procurar el perdón de su pecado.

Incluso en la medicina popular la piedra y sus poderes curativos es constante legendaria en el paisaje mítico. Como en Terras da Limia, donde “o arangaño”, es una granítica roca capaz de curar los males de huesos. O en Muxía, donde bajo la “pedra dos cadrís” se esconden los remedios para los males del riñón.

Solo son ejemplos de las muchas piedras-milagro que hay repartidas por el país, junto a las ermitas o santuarios de nuestros renombrados santos y vírgenes.

Hablando de santos, la  piedra que nos emociona es la de la obra perfecta; el sagrado románico, abundante en la perspectiva de piedra catedralicia, parroquial o monástica.

La piedra de nuestros mitos, sin embargo,  trepa hasta el Olimpo Celta, que anchea el horizonte del Finisterrae, hasta donde llegaron las empedradas vías de la Roma imperial y las medievales calzadas peregrinas.

Además, hay por todo el país “pedras da moura”, que esconden magia de bella mujer malvada. Y “pedras da arca”, en cuyo interior se ocultan tesoros.

Pero si buscamos el origen de nuestra civilización lo hallaremos entre los megalitos; los cementerios de piedra del ayer, la primigenia roca trabajada por la raza.

Los megalitos, o mámoas, o túmulos. O menhires o dólmenes… Calcolíticas formas que destacan en los puntos prominentes del horizonte de la montaña que habitábamos hace muchos miles de años.

Y en la modernidad, Galicia sigue siendo de piedra; y es la piedra trabajada quien mejor nos representa en todos los lugares habitados del planeta.