galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

PLAYAS DE GALICIA

LA COSTA MÁGICA

Este es el litoral de los dos mares y de las quince bahías bonitas: el Atlántico, que deposita suavemente su azul sobre los verdes de la playa y el Cantábrico, escultor de la roca marina que crece en medio de la arena. Y las Rías: las Baixas, las Altas y las de A Mariña, hermosas y diferentes.

Confluyen en medio de esta perspectiva espléndida, bellos puertos a los que arriban marineros de la vieja estirpe gallega, al mismo tiempo que llega esa  luz mágica que compite con el sol, en los atardeceres de olas de fuego, mientras se prepara para la fiesta que persigue la alborada…

Porque en Galicia hay horas meigas y también horas para curar el meigallo… Es decir, días de sol y días de misteriosa niebla que levanta a media mañana para que goces de la arena caliente, el yodo, los surfistas, los bañistas, el top less, las olas, los barcos, el nordés…

Te invito a disfrutar de la atmósfera salada de las mil playas de la Galicia Única

Las más concurridas y populares son las de las Rías Baixas, las que se acuestan en el litoral comprendido entre los montes Tecla y Louro. Luego vienen los arenales de la Costa da Morte, más abiertas al océano, entre el Ancoradoiro y Malpica. Las de las Rías Altas son, sin embargo, playas más urbanas, como la de Cedeira. Y las playas cantábricas, entre el Cabo Ortegal y Ribadeo son la gran mezcla del idílico paisaje de playa interrumpida por un bello acantilado.

En las rías atlánticas  también el sol camina sobre el agua creando torbellinos de colores hasta llegar a la arena amarilla, incólume, en la hora meiga. Las rías Baixas y las Altas lucen calma, que estas son las ensenadas donde el Atlántico se sosiega.

Los de la Costa da Morte son arenales semisalvajes, playas de arena fina, hermosas y limpias por el trabajo de las mareas.

En el Golfo Ártabro, que se extiende entre las Sisargas malpicanas  y el ferrolano Cabo Prior, está la playa blanca en la que aún el Atlántico disuelve sus azules.

Aún más al norte el mismo océano crea una postal de leyendas y aventuras, entre la Isla Miranda -donde se inician las Rías de Ares y Ferrol– y Cedeira; que es también ría y playa, antesala de un trayecto de acantilados sobre los que las olas entonan su canto mágico.

Al dejar atrás los bosques sagrados de A Capelada, se funden los dos mares batiendo contras las rocas de aguja del Cabo Ortegal. De aquí a Ribadeo, la costa del Cantábrico es de una belleza extraordinaria. Verás: La Ría de Ortigueira, donde un mar de juncos da paso, a uno y a otro lado,  a playas interrumpidas por acantilados que imponen sus límites, con  Bares, el norte mas norte, que nos muestra desde su faro la ría de O Barqueiro y sus arenales magníficos y poco frecuentados.

La ría de Viveiro ofrece playas urbanas, igual que las de Burela, Foz y Barreiros. Son los cuatro municipios más veraniegos de la cornisa cantábrica gallega. Pero en el trayecto final te asombrará la gran obra del mar en el lugar magnífico que conocemos como playa de As Catedrais, donde el Cantábrico se convirtió en el gran arquitecto de la naturaleza.

Ya ves, mi amigo… El litoral gallego está lleno de banderas azules pero bien se merece el galardón más preciado de los pueblos veraniegos europeos… Aunque solo sea porque los ochocientos kilómetros de esta Costa Mágica están llenos de contrastes.

¡Ah! Me faltaba por enseñarte la que el “Herald Tribune” definió como la mejor playa del mundo: la de Rodas, en las idílicas y paradisíacas Illas Cíes. ¡Disfrútalas porque son Parque Nacional!