galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

POR TODOS LOS CAMINOS (VIII)

1 CAMINO DE FISTERRA  +

Se extiende Galicia desde las montañas del Este hasta las riberas del Océano, hermosa y mágica. Los inviernos son de nieve en los montes, mientras en la costa crecen naranjos y limoneros,  y florece la camelia.

Niebla y orballo humedecen las fragas llenando los árboles de líquenes misteriosos y el suelo de setas, como en un cuento de hadas. La lluvia apaga su sed y reverdece su piel. Y llena de fuerza sus fluviales venas.

Y el sol nace entre la sierra, crece entre nubes multiformes para resaltar el verde más intenso, descansando sobre el mar, incendiándolo para procrear los asombrosos atardeceres del Fin de la Tierra.

2 ATARDECER EN EL FIN DEL MUNDO +

HASTA EL FIN DE LA TIERRA

Aunque la peregrinación xacobea concluye, en su esencia, en Compostela, ante el sepulcro del Apóstol, no son pocos los caminantes que, siguiendo una vieja tradición, deciden prolongarla hasta la costa que aquí llamamos de la Muerte…

En ella se encuentra el Finis Terrae de los romanos, que así le llamaron asombrados por la belleza y el misterio de sus puestas de sol. El Cabo Fisterra es la punta extrema de la Europa continental y hasta la Edad Media, el último reducto de la tierra conocida, es decir, el Fin del Mundo.

Para los peregrinos creyentes, sin embargo, el Camino terminaba aquí porque este era el tramo final del itinerario que en el cielo marcaba la Vía Láctea o Camino de las Estrellas. Porque aquí estaba el origen de la cristiandad en Galicia, en la ermita de San Guillermo.

Cuenta el Códice Calixtino que fue el mismísimo Apóstol Santiago el que destruyó el Ara Solis, el altar en el que los celtas practicaban el culto al Dios Sol, en el Promontorio Nerio. También dice que hay piedras santas en las que la Virgen se le apareció el señor Santiago.

Este camino último de la Costa de la Muerte, que yo prefiero llamar “Ruta de la Vida”, es también de hermoso contenido natural, desde que dejamos atrás la compostelana Plaza del Obradoiro, para sumirnos en la placidez de su trazado.

3  SÍMBOLOS DE LA PEREGRINACION  A FISTERRA +

                CAMINO DE MUXÍA-FISTERRA

Nada más traspasar el umbral compostelano por la Puerta hoy imaginaria que llaman aún del Santo Peregrino, el Caminante vuelve a reencontrarse con el verde, insistentemente verde sobre otro verde más, característico del paisaje silencioso que baja desde aquella montaña en la que el Conde de Altamira contemplaba sus tierras de A Barcala y A Mahía. Pese al desarrollo de la periferia compostelana, marcado por el crecimiento de núcleos como Bertamiráns, hay todavía lugares resistentes que alimentan la vida individual del País. Es este un paisaje cambiante, según el día y la estación en que lo recorremos.  A veces de sol, otras de lluvia. Casi siempre son estos valles de matinales nieblas que contribuyen también a apagar la sed de la tierra y a vestirla de tantos verdes como decíamos.

4 PAISAJES DE AGUA +

El peregrino sentirá en el trayecto los límites del alma de la Galicia interior, que es de niebla, por sus  pluviales venas. El Tambre es el río de la Mahía, aunque también lo es el rosaliano río Sar. El Xallas salta de embalse en embalse,  salpicando el paisaje de Dumbría.  Lo hace hasta llegar al Pindo, que es monte celta y  sagrado. Desde él salta al vacío para llegar a su morir en el Atlántico.

Este primer trayecto contagiará al Caminante la gallega dulzura de vivir, que es de forma agarimosa como será recibido en cada uno de estos lugares hermosos de Ames, Negreira, Mazaricos o Dumbría, primer trayecto que le aguarda tras, abandonar Compostela, en busca del Fin de la Tierra.

5 CAMINO DE MUXIA-FISTERRA

CAMINO DE NEGREIRA

En este otoño 2014, un gentío de caminantes se cita en el Obradoiro, tras los ritos peregrinos. Muchos de ellos se disponen a recorrer el Camino de Fisterra-Muxía, que dice la tradición este es el auténtico final de la Ruta.

Para ponerte en camino has de bajar hasta la calle Huertas, entre el Hostal y el Palacio de Raxoi; y de allí llegar hasta San Lourenzo, carballeira a la que Rosalía dedicó uno de sus poemas en “Follas Novas”. El espíritu rosaliano estará presente en todo el trayecto del Val de A Mahía.

Tras el trayecto urbano de Compostela, alcanzas el Valle desde Ventosa, que es su mirador. Y, tras pasar por el pequeño puente medieval de Augapesada  subirás hasta el alto del Mar de Ovellas, desde donde se contempla A Mahía en todo su esplendor.

6 VAL DA MAHÍA +

Te encantará la iglesia de Trasmonte, su entorno y el núcleo de Ponte Maceira, con sus construcciones tradicionales a ambos lados del río Tambre. Este puente ha sido de vital importancia en el siglo XIV en las comunicaciones entre Santiago y Fisterra.

Al otro lado del puente,  el Camino discurre por las tierras de A Barcala cuya capital es Negreira, villa de origen medieval que enamoró a Hemingway; la cita en su libro “Por quién doblan las campanas”.

7  CAMINO DE NEGREIRA +

El Caminante, aquí en Negreira, se sorprenderá con un conjunto monumental impresionante, sobre todo con los pazos, que te saludan al pié mismo de la Ruta. Destaca el Pazo de O Coton, una fortaleza medieval restaurada del siglo XVII, y la contigua iglesia de San Mauro.

Negreira es el final  de la primera etapa, de esta Ruta de Fisterra-Muxía. Dispones de un buen albergue en la rúa Patrocinio.

CAMINO DE HOSPITAL

 Has madrugado, Caminante,  para reemprender el viaje a Fisterra. Estarás en camino nada más cruzar el pequeño puente sobre el río Barcala, a la salida de Negreira… A lo largo de los próximos kilómetros coincidirán Ruta Xacobea y antiguo Camino Real a Fisterra.

8 VERDE SOBRE VERDE +

 Este trayecto nos permite nuevas perspectivas rurales de los municipios de Negreira y de Mazaricos, ya en la comarca del río Xallas, que nos acompañará en algunos tramos. La arquitectura popular de los núcleos rurales ofrece modestos pero hermosos ejemplos, como los hórreos, especialmente en  Maroñas. Hay que hacer un alto en la iglesia románica de Santa María y subir hasta el monte Aro, mirador de toda la comarca.

9 NEGREIRA A HOSPITAL

En la parte final, el Xallas es el protagonista. Destaca el lugar de Ponteolveira, un puente medieval que nos sitúa ya en tierras de Dumbría. La ruta discurre próxima al embalse de A Fervenza y encontramos nuevos ejemplos de arquitectura popular en Olveiroa.

Este trayecto finaliza en Hospital, que es un pequeño núcleo que contó en la edad media con un pequeño hospital de peregrinos, hoy desaparecido.

Llegados a este punto, Peregrino, tendrás que elegir entre dos caminos: el de Muxía o el directo a  Fisterra.

 CAMINO DE MUXÍA

Es aquí, en Hospital, en donde el Camino de Fisterra-Muxía ofrece dos alternativas: un itinerario se dirige directamente a Fisterra, como te contaré  después; y otro va directamente a Muxía.

Este es un tramo de 30 kilómetros y a poco de salir de Hospital alcanzas ya Dumbría, pequeña villa capital del municipio del mismo nombre, con una interesante iglesia del siglo XVII. El río Xallas cruza el territorio y ofrece bellos paisajes.

10 DUMBRIA

Algunos tramos del Camino pertenecen al empedrado y antiguo Camino Real, que alcanza el pueblo de San Martiño de Ozón, con uno de los hórreos más grandes de Galicia y una iglesia de ábside románico, en la que se aprecian los restos del antiguo monasterio.

11  CAMINO DE MUXIA

Un poco más y llegamos a la ría de Camariñas-Muxía, apreciable desde Os Muiños. Y allí cerca está el monasterio de Moraime, el más influyente de la comarca de Fisterra.

Muxía abre sus puertas marineras al Caminante que seguirá hasta la Virxe da Barca, santuario, entorno natural y uno de los lugares mágicos de la Costa da Morte.

Aquí también le sorprenderá la puesta de sol.

12 ATARDECER EN MUXIA

 PERCEBEIROS

Para mí Muxía y su mar es una historia escrita en los ojos de los percebeiros, cuyas huellas permanecen siempre en estas rocas cubiertas de sal. Historia que se columpia, entre la vida y la muerte, que este Atlántico es, a veces, guerrero de la negra sombra provocadora de las lágrimas del alma.

Pero también  es mar de riqueza para navegar en el barco de los sueños  cuando el fruto apetecido les colma de abundancia.

13 PERCEBEIROS +

Los percebeiros atraviesan la infinita frontera del miedo con pasmosa libertad. Viven enraizados en las rocas mas batidas como el fruto que persiguen. Caminan por la aventura de cada día vestidos de cansancio… porque el mar se les ha metido en la sangre sin permiso, convirtiéndoles en los anónimos protagonistas del espacio más peligroso.

CAMINO DE CEE

Otros peregrinos eligen, desde Hospital,  caminar hasta el fin de la tierra  por Cee, que es opción más directa. A muy poco de Dumbría, su primer encuentro con el patrimonio histórico y las leyendas se producirá en el santuario de Nuestra Señora das Neves, del siglo XVIII, en donde hay una fuente milagrosa para curar variadas dolencias, al igual que otra fuente que hay  junto a la ermita de San Martiño, un poco más allá.

14 CAMINO DE CEE

El mar ya lo verá en el alto de O Cruceiro da Armada, desde donde se divisa el horizonte del Cabo Fisterra, el símbolo de toda esta comarca.

Pero antes de llegar a la costa de mayor belleza de la península Ibérica, el caminante llegará a Cee, epicentro comercial de la zona, villa moderna y muy ligada al mundo de la emigración a América.

15 CEE

De hecho, una parte de su historia más reciente está vinculada a un ilustre indiano, Fernando Blanco, a cuya fundación se debe el principal edificio de la Villa, todo un símbolo de la importancia benefactora que tuvo a principios del siglo XX la Galicia exterior.

CAMINO DE CORCUBIÓN

Abandona  el caminante Cee por una ruta que ya deja entrever la belleza de este Camino de Fisterra: la ría de Corcubión le sorprende.

16 CORCUBIÓN

Corcubión está realmente cerca de Cee. Y merece la pena detenerse en esta villa, que tuvo una gran importancia como puerto carbonero. Su casco antiguo ha sido declarado conjunto histórico-artístico y es el reflejo de la relevancia de su puerto.

La Iglesia de San Marcos, gótico-marinera y neogótica, tiene una imagen del santo de su nombre, en madera policromada, de origen italiano, de finales del siglo XV.

En Corcubión podrá el peregrino disfrutar de uno de los más exquisitos manjares de esta su ría: las almejas, que tienen fiesta cada primer sábado de agosto. 

17 ALMEJAS DE CORCUBION

 El caminante se asomará, por fin, al perfil del monte do Facho, que es el centinela del fin del mundo. Desde él alcanzará la meta final de todas las rutas xacobeas, en el Finisterre de Europa. Este es un lugar fulgurante, como la luz de su faro.

18 OLA INCENDIADA

 EL FINIS-TERRAE

Se asombraron las legiones romanas al descubrir la cumbre del monte do Facho, que sigue aún hablándole al viento, erguido hacia el cielo sobre el Atlántico horizonte, universo marítimo donde el sol descansa cada día,  inundando el mar de luz celeste y oro.  Este paisaje de roca gigante y marina, donde el atardecer rueda hacia el infinito, fue para ellos, romanos de tierra adentro,  el Finis Terrae.

Más tarde llegaron peregrinos capaces de derrotar fantásticos ejércitos imaginarios en el trayecto de nieves, lluvias, nieblas y  soles de invierno, de los caminos ibéricos que unen Compostela y Europa. Y aquí quemaron las ropas impuras de alquimia,  en la hoguera de la incandescente eternidad.

Pero  al pié de este mar poco amigable,  crecieron al fin hombres que prefieren llamarse Simbad y mujeres acostumbradas a la espera,  con la mirada puesta en el más elemental paisaje azul-salitre. Y fueron ellos quienes conquistaron las escarpadas laderas construyendo la verdadera estructura humana de este Finisterre, donde el sol sigue incendiando cada día la superficie del mar…

19  TRADICION XACOBEA

CAMINO DEL FIN DEL MUNDO

 Trascurre el Camino por senderos de belleza entre Corcubión y Fisterra  y desde todo su trayecto ya se vislumbra la grandiosidad del Cabo, que es el occidente de Europa y el inicio Atlántico. Langosteira, extensa playa y espacio natural, es la primera sorpresa con la que se encuentra el Caminante. Desde allí se acerca aún más  al mar y al cabo de Finisterre.

Este Fin del Mundo tiene una profunda tradición xacobea y muchos simbolismos que destacan: es el final de la Vía Lactea o Camino de las Estrellas. Lugar mítico de creencias paganas y cristianas. Dugium, ciudad romana y origen de la cristiandad gallega a donde llegaron los discípulos del Apóstol. Final de la ruta xacobea y punto del rito último del peregrino.

20 FISTERRA

La Villa es toda ella mar y marinera. Dicen que el mar trajo incluso al Cristo de Fisterra, también venerado por los peregrinos. Este es un lugar mágico y su interés se extiende desde el propio monte do Facho por toda la costa hasta Muxía, hasta el santuario de Nosa Señora da Barca, desde donde también llegan caminantes.

EL SOL SIEMPRE DUERME EN FISTERRA21 EL SOL SIEMPRE DUERME EN FISTERRA

Sentémonos en la mágica piedra del Facho, cuando es  la majestuosa hora crepuscular del Cabo, para perseguir asombrados los barcos que van en busca de la vida, en esta costa de la muerte.

A bordo van los mariñeiros de Fisterra, nacidos con salitre en la piel y criados a pié de puerto para conocer el misterioso lenguaje de las mareas.

Mariñeiros de Fisterra, que son protagonistas de la aventura de cada noche,  de algún naufragio,  de muchas tormentas, de agotadoras travesías,  artífices del esfuerzo común y solidario como arena de una misma playa, y héroes de la más hermosa historia que solamente ellos saben contar.

Porque este mar infinito es su Patria. Y únicamente ellos, los mariñeiros de Fisterra,  conocen la casa de cristal donde el sol se acuesta.

EL FINAL DE TODAS LAS RUTAS

22 SALIENDO DE MUXÍA

 Habíamos dejado en Muxía a muchos caminantes gozando de lo mítico y lo terrenal, pero con ganas de seguir el trayecto hasta el final de todas las rutas. Lo mismo pisaran ahora la verde piel de la Tierra que la costa bañada por este océano azul, inmenso.

A poco que camine, va encontrándose espacios de impresionante belleza, como Touriñán, que también es faro y cabo como Finisterre.O aldeas con notables iglesias como Frixe o Morquintián.Y playas abiertas a un mar espléndido, como la de Nemiña o la de O Rostro…

23 MAR DA MORTE

El camino llega hasta la mismísima ciudad romana de Dugium, de la que quedan solo ruinas. Aquí residía el legado de Roma, al que los discípulos del Apóstol habrían de pedir permiso para enterrar al Apóstol Santiago en el Monte Libredón.

Luego vendrá el Monte do Facho y desde él la mejor visión atlántica.  La de la paz, la de la calma propia del final del camino. En el Faro, el caminante quemará también sus ropas pero al quemarlas, solo el peregrino purificará su espíritu. Ambos dejarán que sus miradas se pierdan en el horizonte, mientras el sol se acuesta en su casa de cristal.

Este es el último rito que sigue el Peregrino y aquí es donde acaba su aventura. Claro que, volverá a Compostela para conocer a fondo la Ciudad del Apóstol… ¿Vienes? 

24 IMAGEN FINAL copia