galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

RAMIRO CARREGAL, EMPRENDEDOR Y MEDALLISTA.

          Hay gente que, tras muchos años en las trincheras, debería estar gozando del sol del Caribe, en uno de esos “cayos” donde las mulatas presumidas cimbrean sus caderas con lenta vaguedad de paso, siguiendo el ritmo de las olas; esas ondas cadenciosas que van y vienen hasta la costa, para convertir en mito poli-cromático el agua pura de ese mismo océano, que por aquí solo luce azul intenso y llega frío, muy frío.

         Yo mismo siempre tuve ese sueño hasta que un mal día me despertó la SS para contarme que mis fantasías solo las convertían en realidad los ricos

        Entonces me enteré de que lo mío era continuar detrás de la pantalla, como siempre, para seguir pagando impuestos y malvivir de hilvanar palabras contando lo que me dejen contar en la misma tele de siempre.

        Pero… ¿Sabes? ¡Me llevé una alegría! Porque, hace ya algún tiempo, leyendo aquel periódico de mis principios, “El Correo Gallego”,  me enteré de que los ricos no saben disfrutar de esas cosas porque a ellos solo les interesan, además del dinero, las medallas.

        Por eso traigo aquí, a esta sección de “personajes” a este señor al que no tengo el gusto de conocer pero me encantaría. Se ha pasado toda su vida trabajando, lo mismo que yo, pero él no quiere olvidarse de todo en el “cayo”, solo quiere una medalla y algo más: ser reconocido como el hombre de todo el mundo que más años trabajó.

       Se llama Ramiro Carregal Rey y es presidente del grupo conservero “Frinsa” con sede en Riveira con uve, como quiere el alcalde.

       Tiene 84 años y dice “El Correo” que “su salud es envidiable” porque incluso “aumentó un diez por ciento su capacidad pulmonar” y además “mantiene una intensa actividad laboral”.

       —- Pero… ¿Cómo es posible que haya cotizado a la SS nada menos que 81 años si tiene 84?

       —-  Verá usted. Durante 18 años trabajé en dos empresas, Frinsa y la multinacional metalúrgica Mensa. Ocurre que coticé por ambas…  

       Ya ves, mi querido currante que estás en el paro y ya se te acaba. Unos tanto y otros tan poco. ¡Pobres miserias de estos tiempos de crisis! Antes daba gusto. Aunque fueras emprendedor, como se dice ahora, tenías pluriempleo

       Pero lo de cotizar doble, eso era otra cosa. Porque si trabajabas de emprendedor sí podías pagarle tu mismo a la SS. Si eras currante, por ti no pagaba doble ni tu padre.

       —- Ramiro Carregal fue toda su vida un cachondo…  

       Eso es lo que me dice un amigo de Riveira que me lo va a presentar un día de estos. La verdad que sí, que tiene pinta de haberlo sido, aunque mucho, lo que se dice mucho, no disfrutó el hombre de la vida…

       Porque nunca se fue de vacaciones…

       —-  Porque cuando era joven necesitaba el dinero para pagar las nóminas y ahora ya es tarde.

       ¡Toma ya! ¿Cuántos emprendedores, de los de ahora, están dispuestos a quedarse sin su viajecito a Cancún en Navidades, con toda la familia a bordo, para pagar las nóminas?

       —- ¿Qué hace ahora, de que se ocupa Ramiro en su empresa de la que es presidente y dueño?

       Decía el periódico…

       “Todos los días recibe un informe en su despacho de la actividad de la conservera Frinsa”, actividad que, claro,  llevan a cabo sus mil y pico curritos y curritas…

       Es decir, no pega palo ni falta que le hace,  a esa hermosa edad a la que llegó nuestro hombre… Pero, eso sí,  ahí está, todos los días al pié del cañón, de punta en blanco, como tiene que ser.

       Por eso le ha pedido a Zapatero, hace ya años, la Medalla al Mérito en el Trabajo. Y también lo han hecho, por aquel entonces, los sindicatos con representación en “Frinsa”, que para eso están, hombre, para pedir medallas…

       Carregal dice que…

       —- No es lo mismo que Su Majestad el Rey le entregue la Medalla al Mérito en el Trabajo a un hombre de setenta y pico años que de ochenta y cuatro…

       Y afirma que “le haría mucha ilusión” y cuando sus amigos le preguntan…

       —- ¿Y si te mueres antes?

       El responde…

       —- ¡Pues mala suerte!

       Yo, mi querido presidente, le daría la medalla que Zapatero no le quiso dar. Porque además de emprendedor dice mi amigo de Riveira con uve, -en secreto, eso sí-  “que es de los tuyos”.

       Y le daría la Medalla de Oro,  para que el resto de su vida le llamen ¡Excelencia!,  que eso sí que le mola.

       Pero querido presidente…

       A los que hemos trabajado ya cincuenta y más, aunque no fuéramos muy emprendedores, concédenos una pensión decente que nos permita vivir en el “cayo” caribeño, que a nosotros, de corazón te lo digo, nos importa un carallo que nos cuelgue una medalla S.M.

       Por cierto, creo que lo que quiere además Ramiro Carregal es…

       —- Tengo solicitado el ingreso en el Guiness de los Records. Me gustaría que, cuando el Rey me dé la Medalla al Mérito en el Trabajo, se la esté dando al español que más años trabajó.