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EL REPULSIVO PRESIDENTE ELECTO

Jamás entendí a los americanos aunque, es verdad, nunca quise estudiar psicología por si llegaba a comprender sus actitudes. Elegir para que dirija a su estado de estados a un tipo tan repulsivo como Donald Trump te da una idea de cómo andan esas cabezas.

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Pero merece la pena que abundemos hoy en el personaje que presumió en sus discursos de ser “políticamente incorrecto” y si me apuras, hasta de “antipolítico”.

Han pasado ya 555 días desde el 16 de Junio del año pasado, cuando anunció que se presentaba a las primarias republicanas y  ni ahora que ya es el presidente electo, es capaz de moderar su actitud ante el mundo y sus muchos problemas. El camino de este hombre de negocios hasta la Casa Blanca está sembrado de sandeces.

Donald Trump tiene todo el dinero que hay que tener para ser el dueño de una torre de superlujo en la Quinta Avenida de Nueva York. También para viajar en el más caro de los aviones privados. Para rodearse de auténticos genios a los que nunca hace caso. Para comprar lo que quiera y para hacer los negocios que le venga en gana. Pero como persona es un patán, como hombre un ignorante y como político un demagogo.

Así calificaron también sus rivales políticos al séptimo presidente de los EEUU, Andrew Jackson, 1767-1845, al que apodaron “jackass”, es decir, burro. Jackson pasó a la historia como un genocida de indios que dejó al país en la ruina. Hoy su rostro aparece en los billetes de 20 dólares aunque la historia narre todos sus horrores.

Lo que la historia contará de Trump no lo sabemos pero si nos fiamos de los homenajes que el Tesoro brinda a los ex presidentes tendremos que convenir que la historia solo es limpia cuando es falsa.

A ver. Para que veas que no exagero, hagamos el ejercicio de repasar  las actitudes y las provocaciones de Trump durante su campaña electoral, basándonos en su misoginia, su racismo y su prepotencia. 

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El tono con el que el presidente electo se dirigió siempre a las mujeres le ha hecho acreedor al título de machista del año. Solo hay que comprobar su actitud cuando la tele destapó una declaración suya del 2005, previa a la grabación del programa “Access Hollywood”:

—– Cuando eres una estrella puedes hacer cualquier cosa con las mujeres; agarrarlas por el coño, todo lo que quieras.

El comentario desató todas las críticas y las denuncias de abusos a mujeres contra Trump lo irritaron de tal forma que llegó al insulto y a la vejación contra todas en general. Cuando en una entrevista en televisión, la presentadora Megyn Kelly le preguntó porque había llamado a las mujeres en Twitter “cerdas, perras, asquerosos animales y guarras” contestó…

—– Solo me refería a la actriz Rosie O`Donell.

Tampoco se salvó Megyn porque en la siguiente oportunidad televisiva la acusó de manipular la información…

—– Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía de su… de donde sea.

Es habitual que el presidente electo –rememorando su trabajo como director de Miss América- califique a todas las mujeres que se oponen a él o a sus caprichos. Así minusvaloró, entre otras, a la reconocida ejecutiva Carly Fiorina y a la modelo Heidi Klum, además de decir de su rival, Hillary Clinton, en un debate:

—– ¡Que mujer mas desagradable!   

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Este tipo, por muy presidente electo que sea y aunque se sumerja en todo el oro del mundo es un racista de tomo y lomo. Trump pidió el “cierre total y completo” de las fronteras de los Estados Unidos a todos los musulmanes. Fue esta una de las promesas más sonadas de su campaña electoral.

En varios mítines Trump mintió repitiendo la misma cantinela…

—– He visto a miles de musulmanes celebrando la caída de las torres gemelas en Jersey City.

La ciudad de Jersey cuenta con una población musulmana muy numerosa que repudió sus palabras, mientras la propia policía desmentía la afirmación del candidato.

El colmo del racista que lleva dentro fue cuando los padres del héroe soldado Khan apoyaron con su presencia en la Convención Demócrata a Hillary Clinton. Trump dijo…

—– La madre de Khan no habló porque no podía. Su religión no le permite hablar.

Lo que no es perdonable es su actitud para con los inmigrantes mexicanos sin papeles. Llegó a afirmar en plena carrera hacia la Casa Blanca que…

—–  Traen drogas, crimen, son violadores. Supongo que algunos son buena gente.

Y culpó al gobierno mexicano de enviar a esa “gente problemática”. Por eso anunció su plan de construir un muro fronterizo con México…

—– ¿Y sabéis quien lo va a pagar? ¡El gobierno mexicano!

Los chinos tampoco se salvaron de su sentencia:

—– Lo del cambio climático es un truco de China para socavar la industria de los Estados Unidos. China roba nuestros inventos.

La culpa de todo, dice Donald Trump, la tienen los medios de comunicación:

—– Los periodistas son deshonestos y corruptos. El New York Times es un periódico moribundo. Los de la Fox son una panda de payasos. La CNN no cuenta la verdad…

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Una vez elegido presidente Donald moderó el discurso en aquella su primera intervención en la Torre Trump, cargada de tópicos…

—– Ha llegado el momento en que nos unamos como un solo pueblo. Yo seré el presidente de todos los estadounidenses, porque lo sucedido es parte de  un movimiento forjado por millones de hombres y mujeres trabajadores que quieren un mejor futuro para ellos y para sus familias. Que nadie se preocupe, que buscaré amigos, no conflictos…

Pero aquello parece un espejismo. Desde que pronunció estas palabras fue dejando píldoras en Twitter, red social que utiliza para todo…

—– No habrá pactos con Cuba.

—– Echaré abajo el plan sanitario de Obama.

—– He de revisar la OTAN para que aquellos que defendemos nos lo paguen.

—– Pondremos altos impuestos a los productos extranjeros para que se consuman los estadounidenses…

No tienes más que seguirle en Twitter para preocuparte por el futuro del mundo; porque en definitiva, los americanos no solo eligen al inquilino de la Casa Blanca sino también al señor que tiene los códigos para apretar el botón rojo de los misiles nucleares y no parece que Donald Trump sea el más apropiado para poseer tanto poder.

No seré yo quien tache de imbéciles a quienes le votaron pero sí les diría que el mundo, ese que existe tras las fronteras americanas, está muy preocupado con el personaje que eligieron como presidente. 

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