galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

ROSA CEDRÓN – El lamento del chelo y la voz de oro.

El nuevo look de Rosa Cedrón

A Rosa Cedrón la escuché en una noche de verano en Castrelos y me cautivó su voz, que manejaba con mucha más facilidad, incluso,  que el chelo…

“…Nau de vento, nau dos homes

que vogan na inmensidade.

Somos xente de Galicia

onde a terra bica o mare…”

Nonito Pereira me la presentó en la Playa de Santa Cristina, en el back stage de aquel memorable concierto del 99, cuando Luar na Lubre compartió cartel con The Coors y Mike Oldfield, gracias a mi personal empeño en convencer al conselleiro Pérez Varela de que ese era el verdadero Xacobeo lúdico…

“…Tú gitana que adevinhas,

me lo digas pues no lo sé,

si saldré desta aventura

o si nela moriré…”

Luego la conocí mejor en el local de Nani García, en A Coruña, donde ensayaba el grupo de Bieito Romero.  Me cantara esa deliciosa canción, de corte medieval,  pensada como himno por Luar na Lubre para el Xacobeo 2004…

“…Hai un paraíso nos confíns da Terra

e a Cidade Santa chámase Compostela…”

Grabando algunos programas “Desde Galicia para el Mundo” Luar na Lubre se convirtió en mi grupo folk de culto, porque incluso cantaba a Lorca, mi poeta de cabecera…

“…Chove en Santiago

na noite escura.

Herbas de prata e de sono

cobren a valeira lúa…”

Hace tiempo que no escucho en directo a la nueva Rosa Cedrón, que emprendió carrera en solitario, pero me conozco bien su disco, “Entre dous Mares” (2007) y el que para mí es el experimento más interesante de la nueva música gallega. Verás.

Rosa Cedrón y Cristina Pato, a dúo

“Soas” es un dúo formado –ya veremos si sigue como tal mucho tiempo;   me temo que no-  por la vocalista, chellista y compositora Rosa Cedrón y la gaiteira, pianista y cuasi directora de orquesta,  Cristina Pato.

En este año que se nos va, la Pato y la Cedrón compartieron varias veces escenario. Ambas son una delicia para el arte y unas artistas muy de este tiempo, llamadas a conseguir muchos éxitos dentro y fuera del país. Ojalá nos sorprendan con nuevos trabajos comunes.

Pero claro; como en toda persona genial,  hay un capítulo muy especial en la vida de Rosa, nuestra protragonista de hoy.

Aún no había comenzado este siglo y andaba yo liado con esto de la música a nivel ejecutivo.  En Londres se anunciaba uno de los conciertos más sugestivos de la época, la premiere del Tubular Bells III, de Mike Oldfield,  en el Horse Guarde Parade. Fue algo memorable para los amantes de la música del guitarrista inglés e inolvidable para los gallegos que nos sorprendimos con Rosa Cedrón tocando el violonchelo en “Moonwatch, cantando en  “The inner child” y haciendo coros junto a prestigiosas voces del pop británico.

Aquel día,  os digo, gracias a Rosa  me sentí muy orgulloso de ser gallego, como diría mi amigo Moncho Varela; porque resultó uno de los conciertos más divinos de cuantos he visto y de los que más he gozado en mi vida. Y  os garantizo que fueron muchos los conciertos a los que he asistido.

“…I onde vai aquil romeiro,

meu romeiro onde irá.

Camino de Compostela,

non sei si alí chegará…”

Con Luar na Lubre en el paraíso.

Supongo que mi amigo Bieito Romero habrá tenido algo que ver en la formación artística de esta joven monfortina nacida en los primeros años de los setenta; pero Rosa Cedrón fue siempre una estudiosa de la música culta y folk e incluso tuvo plaza de profesora en el conservatorio de Ferrol.

Sus méritos personales son innegables y yo me siento uno de sus más fervientes admiradores.  Porque la considero una artista… ¡Única!