galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

SARITÍSIMA

A estas alturas, cuando ella, la más bella, el icono de mis años sesenta, vaga por el espacio desde hace más de un lustro, te supongo enterado, enterada, de todos los pormenores de la vida, obra y amores de esta mujer única.

Sí, Sara, Saritísima, mi Sarita, la Montiel, artista nacida entre los molinos de don Quijote con corazón errante de actriz que cantó con el alma a las penas y al amor…

Sara Montiel, la cupletera más bella de la historia de aquellos cuplés…

EL ALMA GALLEGA DE LA MONTIEL

Verás, aquel día que me enamoró en Castrelos, me dijo:

—- Mi alma seguramente vagará por esta tierra tuya… ¿Sabes? Es medio gallega después de una escena que rodé en el “El último tango”, en la que un coro de emigrantes me enseñó una canción…

Y volvió a cantar con el corazón, en gallego, rememorando aquellos tiempos de sus grandes éxitos, “Eu de Marín ausentéime” que su productor discográfico llamó  “Lonxe da Terra”

 —- ¿Tú crees que antes había grabado alguien una canción en gallego?

 —- Seguramente, Sara, pero no con tanto sentimiento… porque la escena, aunque cortita, fue un guiño sublime a los miles de emigrantes que en 1960 se iban a las Américas…

Y repitió:

—-  “Eu non sei cantar… eu non sei reír.. sen os airiños da ría.. eu non sei cantar, eu non sei reír.”

Sara Montiel conocía bien Marín,  porque el inolvidable empresario y distribuidor Francisco Salazar, dueño de los cines de la que entonces era una gran villa veraniega, la invitó al estreno de “La Violtera” que tuvo lugar en el Cine Avenida.

Aquella “premier” fue todo un suceso y la Montiel se dio el mayor baño de multitudes que hasta entonces se viera en la Galicia Única

En una de sus cientos de visitas a los programas musicales de la TVG, le recordé aquel estreno y me dijo…

—- Sí… ¡Paco, que buena persona! Fue el día que comí el mejor marisco del mundo y aún me mandaron una caja de cigalas para Madrid… ¡Que gente! Paco era muy amigo de Cesáreo González que, ya sabes, era de Vigo y uno de los principales productores de la época…

A Sara Montiel la marcó una película bajo las órdenes de Mario Camus: “Esa Mujer” fue rodada en parte en Pontevedra, en 1969; y a pesar de que no fue su mayor éxito y la crítica tampoco la puso por las nubes, ella sí se sintió a gusto en la capital del Lérez, que lució bien en el film.

La historia es la de una famosa tonadillera a la que acusan de asesinar a su amante. Un drama que deja al descubierto en el juicio a una misionera que sufre varias violaciones y que, de regreso a su tierra, es abandonada por varios hombres…

—– Pontevedra es una ciudad ideal para vivir –me contara-; pequeña, con rincones maravillosos, de piedra, romántica. A mí, desde que rodé aquella película –que no fue la mejor de mi vida- me encanta, Pontevedra me encanta.

Creo recordar que Filgueira Valverde era el alcalde y había comentado:

—– La película es una gran publicidad para Pontevedra sobre todo porque la protagonista la va a encumbrar entre las mejores ciudades…

Se ven en el film el Café Carabela, la Plaza de  la Ferreiría, la de La Leña, la Plaza de las Cinco Calles, los soportales… Esa Pontevedra antigua es perfectamente reconocible en la película…

Para Sara, ahí, en ese rodaje, comenzó su verdadero idilio con Galicia.

Esta mañana he tomado en mis manos la postal que me mandó cuando cesé como director de TVG. Me dejó escrito para siempre un refrán gallego:

—-  Cariño: “Nunca choveu que nunca escampara”.

Se lo agradecí con una comida en “Combarro”, en Madrid, cuando el cemento y el hormigón de la capital del Reino me obligaron a tomar mi primer “Lorazepán” para dormir.

De una cosa estoy seguro. El alma de Sara seguirá cantando sus canciones en el cielo de Galicia porque cada noche aparece una luna discreta entre nubes de orvallo, acompañada por una nueva estrella…

—- Sara, tú sí que fuiste Miss Mundo!

Y termino. Si perteneces al Mundo de la Galleguidad y quieres emocionarte con una diva que te canta desde la cubierta de aquel barco, dale al play…