galiciaunica Un recorrido semanal por Galicia, España.

¿SE PUEDE AÑORAR LO NO CONOCIDO?

JJ GARCIA PENA + (2)

En todo caso se puede ambicionar o desear; pero… ¿añorar?

Nos desasna el diccionario: Añorar = Recordar con pena a alguien o algo ausente, lejano, perdido o del que se ha sido privado. Implica recordar.  

¿O “lo no conocido”, como el esperanzado cielo de los creyentes, será un invento-trampa, una zanahoria siempre distante para muchos, manejado por y para provecho de unos pocos  iluminados?

¿Cuánto hace que los vascos, o los gallegos, o los gascones, o los piamonteses, o los celtas, o los mohicanos, o los mayas, dejaron de pertenecer, a las buenas o a las malas, a sus tribus iniciales?  Hoy conforman el conglomerado mucho más extenso y rico de un cuerpo, aún muy injusto e imperfecto, es cierto, pero perfeccionable, que los contiene a todos.

Todos tenemos derecho a una identidad, pero la defensa de ella no será óbice para que podamos integrarnos y  hasta fusionarnos en enormes grupos que se enriquecen con los mutuos aportes, sin las absurdas parcelas que algunos quieren cercar, como ganaderos, en provecho de recría.  La unión hace la fuerza, aprendimos.  El separatismo nos debilita.

GALICIA

¿No será hora de que  los manipuladores contumaces, como don Otegui, o don Francisco Primero, o don Abu Bark al Baghdadi, o don Obama, o don Hollande, o don Castro, o… dejen de «dar manija » azuzando al personal en absurdos separatismos, aislamientos y pretendidas superioridades étnicas, culturales o religiosas  propias del feudalismo medieval  y, dadas sus probadas condiciones de líderes, las pongan al servicio de la doliente humanidad, que ya no sabe para dónde huir de sus iguales con sus niños a cuestas, de una puñetera vez?

El destino de la humanidad no debe jugarse a los dados, como hicieron los verdugos romanos con los trapos de Cristo.

Son miles, millones, los que esperan justicia en la tierra sin que dependa de una pérfida y aberrante lotería entre ellos.

¿Qué será de los miles que no cupieron en la nave salvadora?

¿Por qué seguimos dependiendo, sin caérsenos la cara de vergüenza, de la capacidad selectiva del  Arca de Noé?

¿Quién será el primero de nuestros influyentes dirigentes que entienda llegado el momento de reemplazar la vergonzante caridad  por la responsabilidad con toda nuestra y única especie, por verdadero amor a nuestros hermanos, sin gestos ensayados  para la prensa?

Pues no. No parece llegado ese «añorado» momento, por lo visto y sufrido.

Hoy que el industrioso ser humano es capaz de servirse, como nunca, de la naturaleza, produciendo bienes y alimentos de sobra para todos, se sigue mostrando tan incapaz como siempre de vencer a su  enemigo global e interno: el desmedido y corrosivo espíritu de egocentrismo, naturalmente necesario en  nuestros ancestros primitivos.

Ninguno de los manipuladores nombrados y cientos que no nombré, dejarán su reconocido egoísmo de lado en beneficio de sus «rebaños «, que no de otra manera consideran a sus crédulos seguidores. Tanto, que algunos de ellos no dudan en autocalificarse de «pastores» de hombres.

Empero, no está todo perdido a futuro. Nunca lo estuvo. Solo lo retrasan los farsantes.

Si alguien, según la doctrina de don Otegui, es capaz de «añorar » un pasado que no vivió en carne propia, tal vez, con más razón, sea capaz de soñar  con un futuro pleno de justicia.

Un futuro en que ¡por fin!, dirigentes decentes sean el mejor referente de todos nosotros, no como hasta ahora, en que nos utilizan como fuente de sus recursos.

Recursos que, obscenamente  abundantes, deben resguardar, avaros, en los únicos Paraísos –nada celestiales, por cierto-  en que todos ellos creen.

Mientras tanto, como hicieron siempre los poderosos, todos ellos a una, nos venden hipotecadas parcelas de felicidad futura  – si somos mansos y con criterio de ovejas- en elevados paraísos,  no tan tangibles ni confiables como en los que ellos ponen a buen recaudo sus valores inmorales. 

CICLO AGUA ++

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